Con la separación del gabinete de los tres ministros del movimiento Pachakutik, el gobierno de Lucio Gutiérrez oficializó la ruptura de la alianza con el sector indígena que posibilitó su llegada al poder. La votación desfavorable en el Congreso de los diputados del movimiento aborigen al proyecto de ley de Servicio Civil y Carrera Administrativa —una de las exigencias del FMI– presentado por el Ejecutivo aceleró la separación.
El alejamiento de los titulares de Relaciones Exteriores, Nina Pacari; de Agricultura y Ganadería, Luis Macas, y de Turismo, Doris Solís, profundiza el aislamiento del oficialismo para enfrentar una situación social delicada que anuncia un panorama de reclamos de diversos sectores. Gutiérrez había advertido sobre la ruptura de la alianza si los legisladores indígenas se oponían a ese proyecto de ley, actitud rechazada por el coordinador nacional de la organización indígena, Miguel Lluco, y calificada de chantaje por otros dirigentes. El mandatario mencionó también a varios diputados de Pachakutik como los causantes de esta crisis, alegando que “responden a intereses particulares”.
Los parlamentarios de Pachakutik se unieron a los de otros bloques y formaron una nueva mayoría en el órgano legislativo, con lo cual lograron por 54 votos anular el intento de aprobar dicho proyecto. Esa reforma es considerada fundamental para apuntalar el acuerdo de contingencia suscrito con el FMI por 205 millones de dólares. “Existen los compromisos y la predisposición” para aprobar los proyectos antes de finales de mes, dijo el ministro de Economía, Mauricio Pozo. Tan pronto se desató la crisis, el indicador del riesgo país se incrementó en 53 puntos porcentuales y se situó en 1225 puntos.
La Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE) y su brazo político, Pachakutik, acusaron a Gutiérrez de haber “incumplido sus promesas de cambios en el país” e incluso Lluco lo llamó “traidor”. El presidente de la CONAIE, Leonidas Iza, enfatizó los llamados a sus bases para movilizarse en contra de las políticas del régimen, ahora ya desde la oposición. Mientras, es cada vez más claro el acercamiento entre el oficialista Partido Sociedad Patriótica (PSP) y el Partido Social Cristiano, criticado fuertemente por los indígenas en los últimos días al considerar que la administración de Gutiérrez toma así un giro hacia la derecha.