EL MUNDO
› LA POPULARIDAD DE BUSH ES LA MAS BAJA EN DOS AÑOS
Un presidente que se encoge
La popularidad del presidente de EE.UU., George W. Bush, ha llegado a los niveles más bajos de los últimos dos años, al tiempo que ha crecido la preocupación del país por la situación económica, según reveló ayer una encuesta. El sondeo realizado por el Centro Pew de Investigaciones indicó que en estos momentos Bush cuenta con el respaldo de un 53 por ciento de la población, es decir 5 puntos porcentuales por debajo del mes pasado. El declive, sin embargo, no fue un obstáculo para que Bush, quien se encuentra de vacaciones en su rancho de Crawford, Texas, diera ayer su apoyo a la campaña electoral del actor Arnold Schwarzenegger en California: “Pienso que será un buen gobernador”, afirmó.
El grupo de investigaciones señaló que el nivel actual de popularidad del presidente es similar al que tenía antes de los atentados del 11 de septiembre de 2001. La encuesta revela que la mayoría de los consultados, un 57 por ciento, desea que el presidente preste mayor atención a los problemas económicos del país, mientras sólo un 27 por ciento indicó que el tema principal es Irak y la guerra contra el terrorismo. Hasta enero de este año, el principal tema de preocupación para los estadounidenses era la situación en Irak. Por otra parte, los encuestados indicaron que en una elección Bush contaría con un 43 por ciento de apoyo, contra un 38 por ciento para un rival demócrata. Bush ha anunciado sus aspiraciones a ser reelecto en los comicios de noviembre del próximo año y los demócratas deberán designar a su postulante de un grupo de nueve precandidatos.
La encuesta se realizó a nivel nacional con 2258 personas en edad de votar y tiene un margen de error de dos puntos porcentuales.
Pero Bush no parece preocupado por estos resultados. Ayer, no temió contaminar de su propia impopularidad a Schwarzenegger. Primero, cuando le preguntaron por el tema, trató de esquivarlo diciendo: “No jugaría una pulseada por Schwarzenegger”, pero luego manifestó que “será un buen gobernador”. Este apoyo se da en medio de la alarma en filas demócratas por la posibilidad de perder California, y de las críticas de la prensa liberal de la Costa Este –como el New York Times y el Washington Post– a la candidatura del actor, al que juzgaron “superficial”.