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Un apriete paramilitar
Dirigentes políticos colombianos recibieron ayer favorablemente la petición del jefe paramilitar Carlos Castaño de que Washington retire los pedidos de extradición contra él y otros líderes de esos grupos de ultraderecha, a fin de no obstaculizar el proceso de paz con el gobierno. Castaño, jefe político de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), advirtió en un comunicado divulgado anteayer en Internet que los pedidos de extradición son “la más seria de las dificultades que afronta el proceso de paz”. El líder de las AUC añadió que “un mínimo de voluntad política de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos les permitiría concertar diplomáticamente un mecanismo que permita un ambiente de confianza para el desarrollo del proceso” y lamentó que Washington no envíe una comisión a la mesa de negociaciones. “La extradición no puede ser un obstáculo para la paz con las Autodefensas, pienso que es el primer punto que debe estar en la mesa” de negociaciones de paz, aseguró Max Morales, quien en el pasado sirvió de intermediario entre el gobierno y los paramilitares.