EL MUNDO › OBAMA Y HOLLANDE RECOMPONEN RELACIONES TRAS EL AFFAIRE SNOWDEN
Obama proclamó que la alianza de EE.UU. con Francia nunca ha sido más fuerte. Va a viajar a París para el aniversario del Día D.
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y Francia, François Hollande, dieron por superada la impasse provocada por el espionaje masivo norteamericano. “Obama y yo aclaramos las cosas. Eso es algo del pasado. La confianza mutua se ha restaurado”, sostuvo el presidente galo, quien sin embargo precisó que la restablecida confianza debe basarse también en la protección de la vida privada, luego del affaire derivado de las filtraciones lanzadas por Edward Snowden. Tras recibir con los máximos honores de Estado a su par francés en la Casa Blanca, Obama proclamó que la alianza entre Estados Unidos y Francia nunca ha sido más fuerte y que los niveles de cooperación en un amplio espectro de temas es mucho más profunda de lo que era hace cinco, diez o veinte años.
Como reafirmación de esa alianza, Obama aceptó la invitación de Hollande para viajar a Francia en junio y participar en la conmemoración del 70º aniversario del de-sembarco de las fuerzas aliadas en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, el denominado Día D, que marcó el comienzo de la liberación de Europa del nazismo. Ambos mandatarios reafirmaron ayer su posición común respecto de los conflictos internacionales que se producen en Siria o Irán.
Obama volvió sobre el tema del espionaje cuando afirmó: “Estamos comprometidos a asegurar que nos encontramos protegiendo los derechos de privacidad no sólo de nuestros propios ciudadanos, sino de gente en todo el mundo. Respetamos el derecho a la privacidad (de los franceses) y vamos a asegurarnos de que nuestras reglas atiendan esas inquietudes sobre privacidad”. El mandatario norteamericano subrayó además la importancia de continuar la vigilancia para impedir ataques terroristas y, en ese sentido, la necesidad de “seguir persiguiendo robustamente las pistas específicas” que se obtengan mediante la Inteligencia.
En ese marco, negó que Washington mantenga algún tipo de convenio concreto de no espiar a alguno de sus aliados, como es el caso de Londres. “No hay ningún país con el que mantengamos un acuerdo de no espionaje”, dijo el presidente norteamericano. Tanto Obama como Hollande criticaron a Rusia por bloquear una resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que permita proporcionar más ayuda humanitaria a la población siria. Obama además subrayó su enorme frustración por la falta de resultados en Siria. Si bien reiteró que Washington se reserva todas las opciones, dijo que en estos momentos no se contempla una solución militar al conflicto.
Los dos mandatarios también saludaron el acuerdo interino logrado con Teherán para suspender su programa nuclear y afirmaron que su objetivo es impedir que Irán se haga con un arma nuclear. En este sentido, y con la connivencia expresa de Hollande, Obama advirtió que está dispuesto a actuar con dureza contra cualquier empresa que viole las sanciones impuestas contra Irán, pese a la vigencia del acuerdo interino para detener el programa nuclear persa.
“Les caeremos como una tonelada de ladrillos”, alertó en referencia a viajes como el realizado por una delegación de empresarios franceses que visitó Irán la semana pasada para explorar oportunidades futuras de negocios. “El presidente Hollande y yo estamos de acuerdo en que tenemos que seguir aplicando las sanciones existentes, incluso aunque creamos que la imposición de nuevas sanciones durante las negociaciones podrían poner en peligro la posibilidad de una solución diplomática”, indicó.
La visita de Estado de Hollande culminó anoche con un banquete ofrecido por Obama y su esposa, Michelle, al mandatario galo, quien desde el primer momento de la jornada fue agasajado con los máximos honores, como ser recibido en la Casa Blanca con 21 salvas. “Pocos lugares en el mundo dan calor al corazón como París en la primavera. Esta mañana (por ayer) haremos nuestro mayor esfuerzo con Washington en invierno”, dijo Obama, quien había recibido a Hollande y a su delegación con un Bienvenue, mes amis (bienvenidos, mis amigos).
Es la primera visita de Estado –la de más alto nivel protocolar– de un presidente francés en casi veinte años, recordó Obama ante una multitud reunida en la parte sur del jardín con una temperatura bajo cero. La anterior fue en 1996, cuando Jacques Chirac visitó a Bill Clinton. Antes de la cena de Estado, Hollande almorzó con el vicepresidente, Joe Biden, y con el secretario de Estado, John Kerry, y realizó la tradicional ofrenda floral ante la tumba del soldado desconocido en el cementerio militar nacional de Arlington.
El mandatario francés acudió solo a la cena, tras romper recientemente su relación con la periodista Valerie Trierweiler luego de una aventura, que se conoció por los medios, con la actriz Julie Gayet. Según los reportes estadounidenses, esa ruptura obligó a la Casa Blanca a rehacer las invitaciones. Hollande llegó el lunes a Washington. Fue recibido por Obama, con quien realizó una visita a la mansión Monticello, en Virginia, residencia del tercer presidente estadounidense –y connotado francófilo– Thomas Jefferson.
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