EL MUNDO › MILES DE PERSONAS ESCOLTARON POR BAGDAD EL CUERPO DE MOHAMMED BAQIR AL HAKIM
Un funeral de masas para el ayatola asesinado
Fue la más notable de las 95 víctimas del atentado del viernes contra la mezquita chiíta de Alí, en Najaf. Su muerte disparó una serie de reacciones políticas contradictorias y peligrosas, que incluyen amenazas a EE.UU., llamados a la concordia entre iraquíes y amenazas a los sunitas.
Miles de personas asistieron en masa a la ceremonia que se hizo ayer en Bagdad en memoria del ayatola Mohammed Baqir Al Hakim. El principal líder de los chiítas murió el viernes en un atentado en la ciudad iraquí de Najaf, donde además murieron otras 95 personas. Al Hakim representaba al ala más moderada de la Hawza, la máxima autoridad religiosa chiíta, y algunos consideran que su asesinato radicalizará a algunos grupos chiítas. Mientras aumenta la ola de atentados contra las fuerzas de ocupación en Irak y suben los costos de la guerra, los demócratas siguen disparando sus dardos contra George W. Bush. “Es inexcusable que el presidente no haya establecido un plan para ganar la batalla de la paz”, dijo ayer el senador y precandidato demócrata para las elecciones presidenciales, John Kerry.
Miles de personas atravesaron ayer el barrio chiíta de Al Kadhimiyah, en Bagdad, mientras seguían al camión amarillo con los restos de Al Hakim, el jefe del Consejo Supremo de la Revolución Islámica de Irak (CSRII). La multitud fue custodiada por las brigadas Badr, la milicia privada del líder religioso. Sus restos fueron luego transportados a Kerbala y hoy llegarán a Najaf, donde serán inhumados. “Al Hakim era para todos los iraquíes: chiítas, sunitas, kurdos y turcos. Su muerte es una pérdida para todos nosotros”, afirmó Abdelaziz Hakim, hermano del ayatola. “Las tropas de ocupación son responsables de la sangre derramada en Najaf, Bagdad y todas las provincias iraquíes”, agregó.
Al Hakim representaba la postura más moderada dentro de la Hawza, la máxima autoridad religiosa chiíta. Y se espera que su muerte sólo conseguirá radicalizar a los chiítas. Por eso, la Hawza advirtió ayer en un comunicado a los musulmanes sunitas radicales de Irak: “Rogamos a Dios que la razón de este crimen no sea confesional porque, en caso contrario, esta odiosa agresión tendrá consecuencias nefastas”, decía el comunicado refiriéndose al atentado que mató a Al Hakim.
En un episodio confuso, un grupo de manifestantes que seguía el cortejo abrió fuego contra un piquete de tropas norteamericanas en el barrio de Al Manzur, en Bagdad. Los militares contestaron con fuego de armas automáticas y un policía iraquí resultó muerto junto a una van que quedó acribillada.
Mientras, la policía iraquí detuvo cerca de la frontera saudita a un hombre sospechoso de estar vinculado con el atentado en Najaf. Según fuentes policiales de esta ciudad, hasta ahora son 19 las personas arrestadas por el ataque. El sábado, la policía había anunciado el arresto de dos iraquíes y dos sauditas, que “confesaron haber cometido el atentado”. Según el diario británico The Times, los sauditas se delataron cuando mandaron un e-mail desde Najaf que decía “misión cumplida: el perro está muerto”. Según este diario, los dos hombres fueron capturados el sábado por la gente de esa ciudad y conducidos a la policía. El dueño del cibercafé desde donde acababan de mandar el mensaje sospechó de los sauditas cuando éstos pagaron un monto más alto que la tarifa normal para el uso de Internet. En el acto fueron capturados por una muchedumbre de chiítas enfurecidos y “admitieron que eran sauditas que trabajaban para Al-Qaida”, agrega el diario. Mientras, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita reclamó pruebas que apoyen estas acusaciones contra los dos sauditas detenidos.
También ayer, dos personas fueron asesinadas y dos resultaron heridas en Najaf por guardias de Moqtada Sadr, jefe del grupo chiíta Jimaat A Sadr Thani. El líder salió de la clandestinidad cuando las fuerzas angloestadounidenses invadieron Irak en marzo pasado. El canal libanés LBCI recibió ayer un video en el que el grupo extremista iraquí Ejército de Mahoma amenaza con vengarse de Estados Unidos por la muerte de Al Hakim. En la cinta también advierte a los países musulmanes que no se metan en los asuntos de Irak y amenaza con destruir las embajadas de los países que envíen tropas a ese país.
Frente al aumento de las bajas norteamericanas en Irak y el costo de la guerra, tres senadores demócratas lanzaron ayer una fuerte ofensiva contraBush. El ataque más virulento vino del senador y precandidato demócrata para las elecciones presidenciales, John Kerry. “La administración Bush maneja tan mal su barco que es incapaz de hacer participar a otros países”, afirmó Kerry ayer en una entrevista del canal norteamericano NBC. “Es inexcusable que el presidente no haya establecido un plan para ganar la batalla de la paz”, agregó. Y prometió que, en caso de ganar las elecciones presidenciales de noviembre del año que viene, su “primera tarea” será ir a las Naciones Unidas “para encontrar una nueva página entre la ONU y Estados Unidos”.
El senador demócrata Joseph Lieberman, otro precandidato presidencial, tampoco ahorró críticas a Bush. “Yo sabía que íbamos a vencer a Saddam. Pero estoy impresionado por la falta de preparación de la administración Bush para todo lo que siguió”, dijo en una entrevista para el canal CBS. También afirmó que el gobierno “exageró” ciertas declaraciones para justificar las operaciones militares en Irak. “Estas exageraciones han manchado lo que es, estoy seguro, una guerra justificada”, afirmó. Lieberman es el único de los nueve precandidatos demócratas a la presidencia que apoyó sin reservas la invasión a Irak.
Pero ahora se ha puesto de acuerdo con los republicanos para presionar a Bush y hacer que éste envíe más soldados a Irak para estabilizar el país. En su aparición en la televisión también acusó a Bush de crear “un vacío que los terroristas fieles a Saddam, nuestros enemigos, han aprovechado”. Según él, “la administración Bush nos pone en peligro de perder la paz y arriesgar las vidas de más soldados norteamericanos”. Por su parte, el senador Dick Durbin dijo que en lo que respecta a los aspectos militares de esta guerra, “estábamos bien preparados. Y la terminamos en tiempo record”. Pero, según él, “no estábamos listos para lo que siguió”. También acusó a Washington de aumentar el déficit para asegurar el financiamiento de la guerra. “Es como Vietnam. La guerra en Irak es pagada con el déficit que tendremos que pagar un día u otro”, insistió.