Julian Assange (foto) cumplió dos años de asilo en la embajada ecuatoriana en Londres. El fundador de Wikileaks denunció que le aplicaron electricidad en los tobillos mientras estuvo detenido sin cargos cinco días en una “horrible prisión británica”, en muy malas condiciones de salud. El periodista e informático hizo ayer esa declaración durante una rueda de prensa en la dependencia diplomática, que sigue bajo permanente asedio de las fuerzas británicas de seguridad y espionaje, informó la agencia ecuatoriana Andes. Según el refugiado, sólo pudo abandonar su lugar de detención gracias a la protección que encontró en la embajada ecuatoriana, desde donde se dirigió al mundo junto al canciller ecuatoriano, Ricardo Patiño, que participó por videoconferencia.

Assange, que por el continuo cautiverio desde su detención en Londres en noviembre de 2010 y por razones de seguridad no ha visto a sus hijos en cuatro años, denunció también que su familia, incluida su madre, fueron amenazadas de muerte. De traje oscuro y corbata, el pelo entrecano y con un visible aspecto pálido, el asilado aseguró además que sus parientes tuvieron que cambiar de residencia y de nombre y explicó que, como muchas personas que recibieron amenazas contra su familia, no puede hablar por razones de seguridad. “Me siento orgulloso por mantener las promesas que hice a mis hijas, a mi familia, de nunca rendirme ante la presión –sostuvo Assange– a pesar de estas condiciones y a pesar de tener un bloqueo financiero similar al que sufre Cuba.” El fundador de Wikileaks también elogió al gobierno de Rafael Correa. “No se rindió a las presiones internacionales a las que se ve abocado por otorgarme asilo, gracias a que tiene un legado, una tradición de defender los derechos humanos que ha proclamado por el mundo”, sostuvo el mediático internauta.