Israel redobló ayer su ofensiva sobre Gaza con la introducción de tanques e infantería, que se suman a los aviones y buques de guerra que bombardean la zona desde hace once días. La incursión provocó la muerte de al menos 57 palestinos –entre ellos un bebé– y un soldado israelí. El primer ministro Benjamin Netanyahu aseguró que su gobierno decidió la operación terrestre en Gaza “después agotar todas las opciones”, y responsabilizó al movimiento islamista Hamas de las víctimas que se produzcan en el conflicto. En respuesta, Sami Abu Zuhri, vocero de Hamas, advirtió al premier “de las terribles consecuencias de un acto tan insensato”.

La operación israelí comenzó el jueves por la noche, luego de que se vieran frustrados los intentos de alcanzar una tregua con la mediación de Egipto. Ayer por la mañana se incrementó la ofensiva con el avance de tanques del ejército y filas de soldados que se abrieron paso entre las dunas, según se pudo ver en un video difundido por los militares israelíes.

Las zonas más castigadas por la avanzada israelí son los barrios de Beit Hanun y Beit Lahia, donde hace días Israel pidió a la población que los desalojara, además de las localidades meridionales de Jan Yunis y Rafah, esta última en la frontera con Egipto.

“Estamos usando un alto nivel de potencia de fuego y artillería”, dijo el vocero militar israelí Motti Almoz. “Un gran número de soldados está en acción en la Franja de Gaza; los soldados están atacando los túneles y objetivos de Hamas”, precisó. Israel señaló que la invasión se limitaría a destruir los túneles y que la intención no era derrocar a Hamas.

El propio Netanyahu aseguró que la opción militar era la única alternativa ante el fracaso de la tregua propuesta por Egipto. “El operativo se resolvió después de que aceptáramos la propuesta de Egipto para un alto el fuego y hubiera una tregua humanitaria pedida por la ONU, pero Hamas continuó disparando”, aseguró Netanyahu ante los medios, luego de una reunión con el gabinete de seguridad celebrada en el Ministerio de Defensa.

El jefe del Ejecutivo israelí insistió en que la incursión se decidió “después de agotar todas las opciones... y siendo conscientes de que el precio a pagar puede ser alto”. Netanyahu manifestó además que su país combate “con moderación contra una organización terrorista asesina”. “Nuestro objetivo es restablecer la seguridad de los ciudadanos de Israel y devolver la calma al país”, aseveró, antes de subrayar que su ejército no tiene como blanco personas no involucradas en el conflicto.

En tanto, la agencia palestina Maan informó que un bebé palestino murió al ser alcanzado por un bombardeo de artillería sobre la ciudad meridional de Rafah, fronteriza con Egipto, una de las más castigadas en la actual ofensiva. Tres adolescentes de 13, 14 y 15 años murieron en un bombardeo en el norte de Gaza, cuando un proyectil cayó en su dormitorio. Además, nueve personas fallecieron tras el bombardeo de una casa al este de Khan Younis.

En Rafah, tres personas murieron y otras once resultaron heridas por las fuerzas israelíes, que lanzaron gases durante la operación. Otro hombre murió en la ciudad de Gaza y doce miembros de su familia resultaron heridos en bombardeos pesados. Además hallaron el cuerpo de un hombre entre los escombros de un edificio en el centro de Gaza y se cree que murió en los ataques ocurridos durante la madrugada. El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmud Abbas, se mostró profundamente preocupado por los últimos acontecimientos, indicó la agencia Wafa. La ofensiva terrestre dificultará los esfuerzos para lograr un alto el fuego, dijo Abbas en El Cairo.

Con estas nuevas muertes, asciende a 260 la cifra de palestinos que perdieron la vida y a más de dos mil los heridos por los ataques que, desde que el pasado 8 de julio, Israel inició en su tercera incursión militar en la densamente poblada Franja de Gaza, donde vive 1,8 millón de personas.

Además, un militar de las unidades israelíes que ingresaron en Gaza murió en circunstancias que varían de acuerdo con la fuente consultada. El brazo militar de Hamas asegura que fue abatido en combate en la localidad de Beit Lahiya, mientras que los medios israelíes informaron que la muerte se produjo en un tiroteo cruzado por “fuego amigo”.

Por su parte, el ejército no precisó la circunstancia en que se produjo la muerte de la segunda víctima israelí en once días, cuando comenzó la operación “Borde Protector”.

La incursión terrestre israelí en Gaza ocurrió después de seis horas de alto el fuego humanitario pedido por la ONU. El objetivo declarado es destruir la capacidad armamentística de las milicias, en particular la estructura bélica de Hamas, y evitar el lanzamiento de cohetes hacia Israel. Cerca de 120 de estos proyectiles fueron lanzados por las milicias palestinas contra territorio israelí en las últimas horas, más de 70 de ellos después de que concluyera la tregua humanitaria, sin causar víctimas.

Ante la agudización del conflicto, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, decidió viajar hoy a la zona. La información fue dada a conocer por el subsecretario general de la ONU, Jeffrey Feltman, durante una sesión extraordinaria celebrada ayer por el Consejo de Seguridad en Nueva York.

Si bien las principales voces internacionales instaron a preservar la vida de la población civil, tanto el presidente estadounidense, Barack Obama, como la canciller alemana, Angela Merkel, respaldaron el derecho de Israel a defenderse. Obama dijo a Netanyahu en conversación telefónica que cuente con su “apoyo al derecho de Israel a defenderse”. Merkel se pronunció en el mismo sentido al asegurar que “todo país debe defenderse cuando es atacado de esa forma”.