Una diputada del partido radical israelí Hogar Judío pidió ayer asesinar a las madres de los “mártires” palestinos que dan a luz a “pequeñas serpientes”.

“Tienen que morir y sus casas tienen que ser demolidas. Son nuestros enemigos y nuestras manos deberían estar manchadas de su sangre. Esto se aplica igual a las madres de los terroristas fallecidos”, escribió la diputada Ayelet Shaked en su perfil de Facebook. Sahked es diputada del partido de ultraderecha religioso nacional y sionista Hogar Judío, que nació de la fusión del Mafdal con los partidos Tkuma y Moledet. Hogar Judío pertenece a la coalición gobernante.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, fue uno de los primeros mandatarios que tuvo conocimiento de estas declaraciones y no dudó en compararlas con la mentalidad del nazismo. “Una diputada israelí declaró que las madres palestinas deberían ser asesinadas. ¿Qué diferencia hay entre esta mentalidad y la de Hitler?”, hizo saber Erdogan en declaraciones recogidas por el diario turco Hurriyet. Según la agencia de noticias Europa Press, la legisladora afirmó que “detrás de cada terrorista se encuentran decenas de hombres y mujeres sin los cuales no podrían perpetrar atentados. Ahora todos son combatientes enemigos, y su sangre caerá sobre sus cabezas”.

“Incluyo a las madres de los mártires, que los envían al infierno con flores y besos. Nada sería más justo que siguieran sus pasos”, precisó en sus textos. “Deberían desaparecer junto a sus hogares, donde han criado a estas serpientes. De lo contrario, criarán serpientes más pequeñas”, disparó. La diputada aseguró que “el pueblo palestino le declaró la guerra a Israel, y con guerra hay que responder. Basta de referencias oblicuas: esto es una guerra contra el terror, no una operación, no una estrategia de baja intensidad. Las palabras tienen su significado”.

En respuesta al exabrupto de la diputada de 38 años, un escritor israelí, Mira Bar Hillel, escribió: “Viendo a estas caras angelicales del mal soltando peroratas de retórica genocida, tomo mi pasaporte israelí y una caja de fósforos: “¡No en mi nombre, pueblo. No en mi nombre!”.

Ronen Neuwirth, analista de la Asociación Rabínica Beit Hillel, alerta de un contagio de corrientes más radicales que empiezan a tener cierto eco entre los ciudadanos. Ejemplos como el del fanático Michael Ben Ari, ex parlamentario que convoca manifestaciones diarias en todo el país para pedir la “conquista total” de Gaza, o incluso diputados actuales sin mucho predicamento en sus grupos que reclaman en sede parlamentaria que se detenga el suministro de agua o electricidad en la Franja para hacer sucumbir a la población.