El número de palestinos asesinados por los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza superó ayer a las dos ofensivas militares anteriores. A pesar de este saldo, que generó el rechazo de la comunidad internacional, Tel Aviv mostró su determinación de seguir con los ataques y dijo que no aceptará ninguna tregua que impida a sus soldados completar su misión. Según el Ministerio de Salud en Gaza, 1422 palestinos murieron por la ofensiva israelí y 8265 resultaron heridos. En la operación Lluvia de Verano, penúltima incursión militar que tuvo lugar en 2009, unas 1417 personas fallecieron, según el Centro Palestino para los Derechos Humanos. Tres años después, cuando se llevó a cabo Plomo Fundido, la última avanzada de las fuerzas armadas israelíes sobre territorio gazatí, murieron 200 palestinos, según datos difundidos por la misma organización.