EL MUNDO
› PILOTOS ISRAELIES SE NIEGAN A ATACAR BLANCOS PALESTINOS
Protestas que vienen del cielo
Por Ferrán Sales
Desde Jerusalén
Uno de los promotores de la protesta es el comandante en la reserva Yigal Shochat, de 45 años, que ya en enero del 2002 envió a la prensa una carta abierta llamando a sus compañeros pilotos y a los militares en general, a que se nieguen a participar en acciones militares en los territorios palestinos. La carta provocó un gran impacto por ser la primera vez que un miembro de la fuerza aérea, uno de los cuerpos de élite del ejército israelí de mayor prestigio, se sumaba de manera abierta a la protesta por los métodos utilizados en la represión de la Intifada.
Shochat, que trabaja como médico en Jerusalén, ya había protagonizado acciones de protesta en 1996, cuando discrepó de manera abierta contra la operación “Viñas de Ira”, una de las últimas operaciones israelíes contra el Líbano, en el que murieron un gran número de civiles. Esta vez, la protesta de este piloto no fue un grito en solitario ni pasó desapercibida. Su carta llamando a la desobediencia militar fue difundida por todo el país y empieza a encontrar eco entre sus compañeros.
“Creo que los pilotos de los F-16 deben negarse a bombardear ciudades palestinas. Yo me puedo imaginar que cuando se bombardea Ramala es como si se bombardeara aquí un cuartel de la policía”, aseguró Shochat, recordando a continuación la doctrina jurídica israelí de la “bandera negra”, por la que cualquier militar tiene la obligación de desobedecer órdenes ilegales o injustas. La doctrina tiene sus raíces en una sentencia dictada por el juez Benjamín Halevy, que en 1958 condenó a un grupo de militares que mataron a 43 árabes palestinos de Kafar Qasam y desestimó su alegato de que habían recibido órdenes. El juez esgrimió los mismos argumentos jurídicos que años atrás se había utilizado para condenar al nazi Adolf Eichman, uno de los grandes responsables del exterminio de judíos.
Shochat, en una reflexión provocadora, pero profundamente pacifista, aseguraba en su carta que los bombardeos israelíes sobre la población palestina, reiteradamente efectuados a lo largo de esta Intifada, podían compararse a los bombardeos que el dictador iraquí Saddam Hussein efectuósobre la población civil del Kurdistán, hecho condenado sin paliativos por toda la comunidad internacional, incluida Estados Unidos.
El movimiento de protesta de los pilotos israelíes que empieza ahora a aflorar contra la represión indiscriminada de la Intifada, incluidos los ataques a civiles, supone un respaldo importante a los “refusniks”, como popularmente se conoce a los militares y soldados contestatarios. El movimiento de protesta militar se inició hace aproximadamente dos años, aunque sus raíces se encuentran en la guerra del Líbano de los años ‘80. Más de 500 militares, la mayoría en la reserva o apenas en edad de incorporarse a filas, se han opuesto formalmente a actuar en los territorios. Algunos recibieron penas de prisión de tres meses, que se van renovando si no desisten en su protesta.