Bolivia vivió ayer un día de marchas y enfrentamientos en las masivas protestas por la iniciativa oficial de exportar gas a través de Chile. La policía de la capital detuvo a seis manifestantes que llevaban explosivos y armas blancas, después que atacaron y destrozaron un móvil de televisión. En otros puntos del país hubo intentos de corte de ruta y de ataques a edificios que fueron reprimidos con gases y sin detenciones. Para hoy está programado un “cabildo abierto” frente al palacio presidencial en La Paz y todavía convergen hacia la capital grupos de todo el país en una marcha de antorchas convocada por la “convocatoria nacional por la recuperación del gas”, de la que participan sindicatos, grupos campesinos, ONG, desempleados, militares y policías retirados, y grupos de oposición liderados por el diputado cocalero Evo Morales. Las protestas piden, de fondo, que se revisen las privatizaciones del sector energético boliviano, pero en lo inmediato estallaron por las exportaciones de gas vía Chile. El presidente Gonzalo Sánchez de Lozada adelantó su programa de televisión, que se emite los domingos, y anoche explicó que las exportaciones no son a Chile sino que “vamos a exportar el gas para ponerlo en barcos y que se vaya a otro lugar”. Lozada advirtió que va a usar la fuerza pública contra los que quieran bloquear las exportaciones, pero no va a reprimir las marchas de protesta.