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› LA DERECHA DE LA DERECHA ROMPE CON CARDOSO
Cuando Roseana tuerce brazos
Roseana Sarney, candidata a la presidencia de Brasil por el Partido del Frente Liberal (PFL) y actual gobernadora del estado de Maranhao, lanzó ayer su ofensiva contra el gobierno y empezó a promover personalmente la ruptura de su partido con la coalición oficial. Y amenazó en el Congreso a la bancada del PFL con declinar su candidatura si no recibe suficiente apoyo político. Sarney intenta, de esta manera, presionar a los sectores más moderados de su partido. Entretanto, ayer se empezaron a sentir las consecuencias prácticas del cisma político: los diputados del PFL bloquearon la votación de la Contribución Provisional a los Movimientos Financieros (CPMF), que el gobierno intenta promover. Mañana se reúne la cúpula partidaria del PFL para tomar una decisión orgánica definitiva.
La razón de Sarney para embarcarse en esta cruzada –a ocho meses de las elecciones presidenciales y cuando los sondeos pronostican un empate técnico con Luiz Inácio Lula Da Silva– se remonta al viernes pasado, cuando se realizó un allanamiento contra la empresa que comparte con su esposo, también secretario de Planificación y Desarrollo Económico de Maranhao. Sarney argumenta que todo se trata de una maniobra del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) de Fernando Henrique Cardoso para desprestigiarla y promover a su “delfín”, el candidato José Serra. Con este mismo argumento, el lunes renunció el ministro de Medio Ambiente, José Sarney Filho (hermano de Roseana). Los otros tres ministros del PFL están esperando la cumbre partidaria que se realizará mañana en Brasilia para decidir qué hacer.
Sin embargo, la comentarista política del diario O Globo, Tereza Cruvinel, sostuvo ayer que la permanencia del PFL en el gobierno podría ser interpretada como un intento de evitar que prosigan las investigaciones. A la vez, el diario Folha de Sao Paulo comentó que la crisis entre el gobierno y el PFL puede influir en la interna del Partido Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), favoreciendo al sector que defiende sostener una candidatura presidencial propia. El senador José Sarney (PMDB), padre de Roseana, telefoneó al ex gobernador de San Pablo, Orestes Quércia –uno de los partidarios más enérgicos por llevar un candidato propio–, para ver la posibilidad de una unión de fuerzas contra la cúpula del partido. La intención de Sarney es debilitar el llamado grupo “gubernamental” del PMDB que controla el Comité Nacional y que defiende una alianza con el PSDB en torno a la candidatura de Serra.
Mientras tanto, Roseana declaró que entregará en Brasilia documentos con informaciones sobre sus movimientos bancarios, comprobantes fiscales y telefónicos y su defensa en el caso al Procurador General. Sin embargo, será difícil justificar los 1,5 millón de reales encontrados en su oficina. Hay otro elemento que complica aún más la situación del matrimonio Sarney-Murad: el recurso que presentaron ante la justicia para impedir que los documentos incautados por la policía sean enviados al juez de Tocantins, quien investiga la corrupción de la Sudam y ordenó el allanamiento.