La presidenta de la Cámara de Diputados de Chile, Isabel Allende, hija del ex presidente Salvador Allende, aseguró ayer en Saint Denis (al norte de París) que su país “rompió por primera vez el manto del olvido” con los numerosos actos de conmemoración de la muerte de su padre hace treinta años. “Venimos de un Chile que ha cambiado”, advirtió.
Allende, que ayer clausuró tres días de coloquio, se mostró “emocionada” por las muestras internacionales de respeto y cariño que ha recibido con motivo de las conmemoraciones. Explicó que “las cadenas abiertas de televisión de Chile dedicaron treinta programas especiales” con motivo de los 30 años del golpe militar del 11 de septiembre de 1973. “Además, hubo una infinita cantidad de mesas redondas, artículos, entrevistas, testimonios. La legisladora recordó que cuando regresó a su país tras 15 años de exilio, “la gente no hablaba de asesinatos, sino de excesos”.
“Por primera vez hemos roto, de alguna manera, ese manto de olvido, esa historia oficial que se había dado siempre sobre la Unidad Popular (UP) y especialmente sobre el presidente Allende”, aseguró. En ese sentido dijo que “creo que hemos luchado y ganado esta batalla”. La hija del mandatario fallecido, integrante del Partido Socialista chileno, que forma parte de la Concertación que gobierna Chile desde la vuelta de la democracia en 1990, sostuvo que ahora hay que “generar las lecciones del pasado”.
“Estas lecciones son ‘Nunca Más’ a: romper el Estado de Derecho; una derecha que instiga a los militares y gobierna con ellos rompiendo el orden constitucional, y a la violación de los Derechos Humanos”, declaró.
Isabel Allende, que expresó un “no” rotundo a la impunidad ante los participantes del coloquio de Saint-Denis, les recordó la existencia de “340 procesos abiertos en Chile en la actualidad”, aunque no mencionó el caso del dictador Augusto Pinochet (1973-1990). Advirtió que “lo importante ya no son los tribunales, sino la historia”, dejando claro que la justicia chilena no va a juzgar al militar, quien logró evitar un juicio en su país al habérsele detectado una demencia moderada que le impedía defenderse.
La presidenta de la Cámara de Diputados también destacó que “treinta años después, la imagen de Allende no dejó de crecer. Sigue siendo un referente”. Lo más importante –enfatizó– ha sido “el debate” que vivió el país en estos días, “después de lo mostrado en Chile, se puede decir que se acabó la censura y la autocensura”. Hoy Isabel Allende será recibida por el alcalde de París, Bertrand Delanoe, a quien agradecerá que el Ayuntamiento de la capital francesa haya dado el nombre de su padre a una plaza parisina.