La cumbre del Foro de Cooperación Asia-Pacífico (APEC) comenzó en Beijing con gestos de reconciliación, como el encuentro de los mandatarios de China y Japón, llamados a una mayor cooperación y avances para facilitar el comercio en la región. En el marco del encuentro que reúne a los líderes de los 21 países del APEC, el jefe de Estado y del partido, Xi Jinping, recibió ayer al jefe del gobierno japonés, Shinzo Abe. Es el primer encuentro entre ambos mandatarios desde que Xi llegó al poder, pues hasta ahora el presidente chino había rechazado reunirse con Abe. La reunión de alto nivel chino-japonesa fue vista como un signo de deshielo entre dos países enfrentados por el control de las islas Diaoyu –según su nombre chino– o Senkaku –la denominación japonesa– en el Mar de la China Oriental y también por el pasado bélico de Japón.

El presidente chino instó a Tokio a hacer más para ayudar a fortalecer la confianza mutua entre Japón y sus países vecinos, informó la agencia de noticias oficial china Xinhua. “En los últimos dos años surgieron graves dificultades en las relaciones chino-japonesas, y los aciertos y errores están claros”, afirmó Xi. Por su parte, Abe apuntó que el desarrollo pacífico de China es una oportunidad significativa para Japón y para el mundo, citó Xinhua. “Creo que Japón y China dieron el primer paso para mejorar sus relaciones volviendo al punto original de una relación estratégica de beneficio mutuo”, dijo Abe a la prensa tras la reunión.

Por otro lado, y a pesar de las diferencias con Beijing, el presidente estadounidense, Barack Obama, aseguró que su país saluda el ascenso de una China próspera y pacífica. Obama anunció además un acuerdo amplio sobre visados con China: a partir de ahora, las autorizaciones de viaje a turistas y personas de negocios de ambos países serán válidas hasta diez años, en lugar del año que rige actualmente, anunció el presidente estadounidense. Los visados para estudiantes serán válidos durante cinco años. Se calcula que con el acuerdo la cifra de visitantes chinos a Estados Unidos –actualmente de 1,8 millón al año– podría multiplicarse por cuatro.

A su llegada a China, donde tras la cumbre realizará una visita de Estado, Obama también señaló su intención de reforzar la cooperación económica con Beijing. “Las relaciones comerciales y de inversiones tienen ventajas para los dos países”, dijo el mandatario norteamericano al tiempo que se pronunció a favor de un ambicioso acuerdo bilateral de inversiones. “Si Estados Unidos y China colaboran, el mundo saldrá beneficiado”, señaló Obama, que se refirió a aspectos como la lucha contra la epidemia de ébola y el cambio climático o a favor de la no proliferación de armas nucleares.

Sin embargo, Obama también habló de temas de conflicto entre ambos. Dijo que Beijing debe proteger la propiedad intelectual y frenar los ciberataques. La situación de los derechos humanos en China es otro de los temas que preocupa a la Casa Blanca. Washington y Beijing también difieren en sus esfuerzos por lograr acuerdos de libre comercio en la zona. Estados Unidos impulsa la formación de la Asociación Transpacífica (TPP) de libre comercio, que excluye a China, mientras que el gigante asiático apuesta por un acuerdo de libre comercio similar del que no formaría parte Estados Unidos.

Los doce países que integrarían la TTP aseguraron ayer que las negociaciones avanzaron significativamente en los últimos años. “Como el final está a la vista, hemos encargado a nuestros ministros que conviertan en una prioridad llegar a un acuerdo”, afirmaron esos países, entre los que se encuentran Estados Unidos, Australia, Japón y Singapur. Los jefes de Estado y ministros de Comercio de los países que pretenden formar el TPP se reunieron previamente en la embajada de Estados Unidos en Beijing, en un encuentro que tenía como objetivo reducir los bloqueos políticos, afirmó Obama, para quien la Asociación Transpacífica tiene el potencial de convertirse en un logro histórico.

Durante la jornada inaugural de la cumbre, las miradas buscaron también un posible encuentro entre Obama y el presidente ruso, Vladimir Putin, en medio de las tensiones por el este de Ucrania. Obama y Putin se saludaron e intercambiaron algunas frases, afirmó el vocero del mandatario ruso, Dmitri Peskov, citado por agencias rusas. Sin embargo, en el breve acercamiento no hubo tiempo para tratar ningún tema en profundidad, apuntó un funcionario estadounidense de alto rango. Peskov señaló que es de suponer que los mandatarios encuentren la posibilidad de conversar en los próximos días.

El próximo fin de semana tanto Obama como Putin volverán a coincidir en la cumbre del G-20 en Brisbane, Australia. Por otro lado, China y Corea del Sur anunciaron un encuentro de libre comercio durante un encuentro de Xi con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye. Beijing es el mayor socio comercial de Seúl y, para China, Corea del Sur ocupa el tercer lugar en volumen comercial.

Además, el presidente de Vietnam, Truong Tan Sang, hizo un llamamiento a favor de una normalización de las relaciones económicas con China, después de que manifestantes saquearan e incendiaran negocios chinos y taiwaneses el pasado mayo y de que empresas chinas anunciaran que dejaban de operar en el país. El motivo de la tensión fue una plataforma petrolera que China instaló a comienzos de mayo frente a la costa de Vietnam en una zona del Mar del Sur de China que se disputan ambos países.

Por otro lado, a pesar del cierre de muchas fábricas y de prohibiciones a la conducción impuestas con motivo de la cumbre, una nube de contaminación cubrió ayer Beijing y se multiplicó por ocho el límite establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de sustancias nocivas en las partículas en suspensión.