Aunque sus goles y títulos más importantes llegaron en la posición de centrodelantero, Lionel Messi se fue alejando del área en los últimos partidos para volver a sus orígenes como extremo derecho. “Jugar por la derecha no es nuevo para mí, pero sé que tengo que volver a acostumbrarme porque hace mucho que no jugaba en esa posición”, dijo Messi tras la victoria sobre Croacia en Londres.

El rosarino acordó con el entrenador Gerardo Martino arrancar desde esa posición para hacer lugar a los otros centrodelanteros, como Sergio Agüero, Gonzalo Higuaín y, ahora, Carlos Tevez. El delantero también se ubicó en esa posición en los últimos partidos del Barcelona, donde el técnico Luis Enrique aún busca la fórmula para encajar a Messi con Luis Suárez y Neymar.

Entrando por el carril derecho, Messi queda más alejado del gol. Sin embargo, ese rol acentúa su condición de pasador. Una precisa asistencia suya a Agüero, que se zambulló en el área, terminó en un gol de penal. Messi repitió más pases filtrados como extremo ante la selección balcánica, algo que ya se había visto esta temporada con el Barcelona.

Sin embargo, el delantero de Barcelona aclaró que Martino se lo pidió expresamente. “El Tata me había dicho que iba a ir por derecha desde el principio. Hay que aprovechar los delanteros espectaculares que tenemos. Si me tengo que tirar a la punta, no tengo problema”, explicó Messi, aunque sus apariciones más fulgurantes fueron por el centro del campo.

“Messi fue el mejor de la cancha y se movió bien por derecha”, dijo Martino. Desde la banda, Messi pareció más alejado del gol ante los croatas –de la misma manera que en el Barcelona–, pero aun así pudo ejecutar pases diagonales punzantes.

Así como lo hacía en 2009 con Samuel Eto’o y en 2010 con Zlatan Ibrahimovic, Messi compartió el ataque con Agüero y Tevez, uno en cada tiempo, como nueves definidos. Javier Mascherano opinó que “Leo complica más en el mano a mano por derecha”. Pero las temporadas con más títulos y goles en la carrera de Messi, de 27 años, las consiguió cuando Josep Guardiola lo ubicaba en el Barcelona como centrodelantero.

El día que cambió la carrera de Messi fue en el 6-2 con el que el Barcelona aplastó al Real Madrid en 2009. Messi dejó la banda derecha, su posición natural entonces, para jugar en el centro del ataque.

“Los buenos tienen que jugar adentro”, explicó Guardiola, el entrenador más exitoso de Barcelona, en una clínica en Buenos Aires. Para el catalán, el rosarino debe jugar de 9 para recibir la pelota más cerca del área, tener mayor injerencia en el juego y poder quedar mano a mano con los centrales rivales, para desequilibrar con su velocidad.

Con Martino en el banco del Barcelona, Messi llegó a jugar incluso de mediapunta en varias fases de numerosos partidos, buscando conectarse más con el centro del campo, que se apagaba por momentos. Volcado como extremo por Luis Enrique en Barcelona y por Martino en la Selección Argentina, su faceta parece ser ahora más la de pasador que la de goleador.

En las once fechas de la Liga española con Barcelona lleva tantas asistencias como goles, siete, algo inédito. Sin embargo, en el último partido ante Almería, no marcó ni asistió y se lo notó algo incómodo en el césped. “Hoy está en la fase de hacer goles y participar cada vez más en asistencias. Cuando pase el tiempo y vaya perdiendo esa explosividad tan extraordinaria, va a ser más asistidor todavía”, señaló Alejandro Sabella, el ex entrenador de la Selección. Como aquel Ricardo Bochini que, con los años, abandonó la gambeta endiablada por la asistencia impecable.