Al estilo piquetero, más de 3000 mil cocaleros bolivianos cortaron ayer la ruta en Huanuni (a 290 km al sur de La Paz), la cual conecta Oruro con los distritos de Potosí, Chuqisaca y Tarija, y ganaron, por lo menos, el primer round. La medida de fuerza terminó con un enfrentamiento con la policía y 40 heridos: 35 eran uniformados, lesionados por piedras y explosiones de dinamita. Los manifestantes exigen la renuncia de la alcaldesa y los concejales del lugar acusados de corrupción. Mientras tanto, con vistas a las elecciones presidenciales del 30 de junio próximo, Evo Morales –el líder de los campesinos productores de coca expulsado de la Cámara de Diputados en enero– se sumó ayer formalmente a la lista de candidatos.
Mineros, cooperativistas y comerciantes se enfrentaron ayer con la policía cuando intentaron desalojarlos con gases lacrimógenos de la ruta que ocupaban para demandar la renuncia de la alcaldesa, Gladys Alcalá, y de todos los concejales titulares de ese municipio, debido a constantes casos de corrupción que fueron detectados por la Contraloría General de la República, pero que no tuvieron ninguna sanción judicial. “Aunque venga todo el ejército, no dejaremos de bloquear hasta que renuncien la alcaldesa y los concejales corruptos”, declaró el dirigente Jaime Solares. Las versiones sobre el fin del conflicto son diversas. “Se ha establecido la mesa de negociación y se espera resolver el conflicto en base a lo que determina la ley”, afirmó José Lupo, ministro de Gobierno. Sin embargo, la defensora del Pueblo, Ana María Romero, dijo que los manifestantes habrían tomado de rehenes al gobernador, al obispo y al fiscal de distrito.