EL MUNDO
› LA ONU CONTRA WASHINGTON, QUE ADMITIO NO HABER ENCONTRADO ARMAS
Hay pelea por ver quién se queda con Irak
Por Isabel Piquer y José Manuel Calvo *
Desde Nueva York y Washington
El Consejo de Seguridad recibió ayer con frialdad la nueva resolución presentada por Estados Unidos, y de nuevo copatrocinada por España y Gran Bretaña, sobre la reconstrucción de Irak. La historia se repite. Para Francia, Alemania e incluso Rusia, el texto no responde a ninguna de sus exigencias: un papel preponderante de la ONU, un claro y rápido calendario para el traspaso de la soberanía a los iraquíes. La presentación coincidió con el informe en EE.UU. del inspector de armas norteamericano David Kay, quien dijo ayer no haber encontrado armas de destrucción masiva en Irak pero que existe “sustancial evidencia” de que Bagdad planeaba dotarse de arsenales químicos y bacteriológicos.
La resolución sigue otorgando a Estados Unidos plenos poderes en Irak: el mando de una fuerza multinacional y el control del proceso político y de los recursos económicos. La ONU, a quien se le reconoce una función “vital”, sólo jugará un papel secundario bajo la autoridad del administrador civil estadounidense, Paul Bremer. Es una propuesta inaceptable para la mayoría de los miembros del Consejo de Seguridad. Ayer reaccionaron con escaso entusiasmo después de que el embajador estadounidense presentara oficialmente el texto. Francia, Alemania y Siria lo calificaron de insuficiente. Rusia, más prudente, también manifestó su descontento. “La resolución no abre claramente una nueva etapa. Estados Unidos sigue teniendo la última palabra”, indicó un diplomático europeo. Pero el embajador estadounidense ante la ONU, John Negroponte, que este mes desempeña la presidencia rotativa del Consejo, se negó a tratar de prever qué tipo de apoyo recibirá finalmente el proyecto.
El grupo de oposición que empieza a dibujarse en el seno del Consejo ha encontrado un aliado en el secretario general, Kofi Annan, que ha presentado sus propias ideas, concretamente un gobierno provisional que asumiría las responsabilidades más inmediatas, siguiendo un modelo parecido al de Afganistán, en los próximos tres a cinco meses. Ayer Annan se mostró bastante insatisfecho con el nuevo texto. “Es obvio que no sigue la dirección que recomendé”.
En Washington, el secretario de Estado, Colin Powell, dijo que Estados Unidos espera que los iraquíes –y no la ONU– ocupen la posición protagonista en la dirección del país y de los esfuerzos de su reconstrucción, porque una transición excesivamente apresurada podría desembocar en “un Estado fracasado”. “La situación mejora, especialmente en la recuperación de la vida normal, pero aún va a hacer falta tiempo, y deben ser los iraquíes los que determinen los ritmos”, señaló Powell ante la prensa extranjera. El secretario de Estado calculó que harán falta “varios días” para completar el proceso de consultas sobre la resolución en el seno de la ONU y reiteró que Estados Unidos “está ansioso de que las cosas se muevan rápidamente y de entregar la autoridad a los iraquíes tan pronto como sea posible”.
La resolución no es muy distinta de la que se presentó a principios de septiembre. Insiste en la “naturaleza temporal” de la ocupación y asegura que el traspaso de poderes se hará “rápidamente”. Pide al Consejo de gobierno iraquí que fije los plazos para redactar una constitución y celebrar elecciones, aunque no indica fechas. Según las previsiones de Estados Unidos, el proceso debería tardar algo más de un año.
Mientras, tres soldados estadounidenses murieron en diferentes ataques perpetrados por la resistencia a lo largo de Irak, según confirmaron fuentes estadounidenses en Bagdad.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.