El candidato de Moscú en Chechenia, Akhmad Kadyrov, ganó ayer las elecciones presidenciales de esa república autónoma. Fueron los primeros comicios desde que el Kremlin intentara “normalizar” esta región del Cáucaso devastada por la guerra entre los separatistas chechenos musulmanes y el ejército ruso, entre 1994 y 1996. Las calles de las ciudades chechenas amanecieron ayer tapizadas con fotos de Kadyrov junto al presidente de Rusia, Vladimir Putin, con la leyenda “Vote por el nuevo presidente”. Durante toda la campaña electoral, el premier ruso respaldó a Kadyrov, quien fue colaborador del presidente independentista Aslan Maskhadov y hasta ahora se desempeñaba como jefe provisorio del gobierno checheno. En la campaña, el candidato del Kremlin prometió garantizar la seguridad de la población y combatir a los “escuadrones de la muerte” que operan en Chechenia. El presidente electo también había anunciado que pedirá al Parlamento que prolongue la amnistía decretada para intentar que la guerrilla separatista deponga las armas luego de años de enfrentamientos.