Chile celebró ayer los 15 años del histórico plebiscito de 1988 ganado por la oposición y que allanó el camino para el fin de la dictadura del general Augusto Pinochet. “El carácter épico de esa victoria, semejante a la de David sobre Goliat, nos induce a celebrarla cada año como expresión triunfante de los ideales patrióticos que nos unen”, dijo el ex presidente Patricio Aylwin, primer gobernante de la democracia restaurada en 1990.
Aylwin, quien gobernó hasta 1994, habló en un acto oficial en el Palacio de la Moneda, sede del gobierno, al que también asistieron su sucesor, Eduardo Frei (1994-2000) y el vicepresidente José Miguel Inzulza en representación del presidente Ricardo Lagos, actualmente en el exterior.
La fiesta popular, que se inició dos horas más tarde, congregó a más de un millón de personas en el Parque Forestal de Santiago, que con canciones y bailes evocaron al aire libre la victoria de la democracia chilena. Familias completas revivieron la alegría de entonces en una hermosa y cálida tarde soleada, a un costado del río Mapocho.
Fuentes del gobierno y de la policía de Carabineros informaron que los asistentes sobrepasaron el millón de personas durante las seis horas que duró la fiesta popular. Hace 15 años, el 56,3 por ciento de los votantes rechazó una propuesta de Pinochet para continuar ocho años más en el poder que detentaba desde el golpe de Estado de 1973. “Derrotamos a la dictadura por el camino pacífico, dentro de las propias reglas del juego que había establecido”, expresó Aylwin en su intervención.
Aylwin llamó a los chilenos a revivir el espíritu unitario de la Concertación de partidos que los impulsó a derrotar a la dictadura y criticó los desencuentros surgidos en el seno de esa coalición que gobierna desde el retorno a la democracia en 1990. Desde Boston, en donde su esposa recibe tratamiento médico, Lagos envió un mensaje a los chilenos señalando que “podemos mirar con orgullo el camino recorrido por los gobiernos de la Concertación”. Lagos dijo que en el gobierno de Aylwin comenzó “la restauración de las libertades”, en el de Frei se emprendió “la modernización de Chile” y en el suyo procura insertar al país en el mundo, acelerar el crecimiento económico y eliminar la pobreza extrema.
El vicepresidente Inzulza destacó en La Moneda el rol de la Concertación en la vida chilena. En el acto, Frei expresó la necesidad de dar un nuevo aire a la Concertación y criticó a la oposición que espera la “alternancia en el poder”, siendo que hace 15 años se oponía a ello y se pronunciaba en favor de la dictadura y que se encuentra actualmente dividida. Simultáneamente, en la Plaza de Armas, el opositor Partido Comunista efectuó un acto cultural con participación de un centenar de personas, donde criticó a los gobiernos de la Concertación.