EL MUNDO
› LA ACTUALIDAD SEGUN OTROS DIARIOS DEL MUNDO
ASI LO VEN
Escandalosa filtración
El caso “Wilsongate” llevó a que la administración Bush decidiera esta semana abrir una investigación para determinar cómo fue que se filtró que la mujer del ex embajador Joseph Wilson –un opositor a la invasión a Irak–, Valerie Plame, resultó ser una agente espía de la CIA, y trascendió a la prensa. Wilson fue quien dijo que era falso que Irak había comprado uranio enriquecido a Níger. Los demócratas exigen que el caso lo lleve un fiscal independiente.
The New York Times
Incapaz de encontrar armas de destrucción masiva, la administración Bush se volcó a armas de destrucción personal. Es ya bastante malo que el gobierno no haya aportado ninguna razón plausible que justifique no haber descubierto ningún arma de destrucción masiva, aun cuando pide 600 millones de dólares más para encontrarlas. El otro día, a pesar de que los republicanos están tratando de destruirlo, Wilson estaba tranquilo. Para los funcionarios de Bush, que han esgrimido el patriotismo como una cachiporra sobre los críticos, uno pensaría que hacer algo tan poco patriótico como despedir a la mujer de Wilson y poner en peligro las vidas de sus contactos en la CIA sería suficiente. Pero no.
(Maureen Dowd)
The Washington Post
Un gobierno que no puede atrapar a Bin Laden o a Saddam Hussein probablemente tampoco pueda atrapar a la persona que filtró el nombre de una agente de la CIA. El filtrador de Washington, un fantasma con un teléfono, es bueno a veces y malo a veces pero casi nunca es atrapado. Desaparece en el souk de Washington, un exótico mercado donde se comercia información, el personaje es asesinado y el aire está lleno de hipocresía. Esa hipocresía estaba desplegada el martes cuando el presidente Bush indignado declaró la guerra a la filtración, asegurando que “hay demasiadas filtraciones”.
(Richard Cohen)
Los Angeles Times
Bush tiene razón. Es el Departamento de Justicia, no un consejo especial, el que debería investigar las acusaciones de un funcionario de la administración que filtró ilegalmente el nombre de una empleada de la CIA cuyo marido había discutido con autoridad las declaraciones de la Casa Blanca de que Irak intentaba comprar uranio enriquecido en Níger. Ni un consejero especial nombrado ni una ley para un nuevo consejo, que el senador Joe Lieberman está pidiendo, serían de ayuda. La ley del Consejo Independiente, que el Congreso permitió que cayera en 1999, fue una mala idea desde el comienzo. Hasta que se quedaron sin trabajo, los fiscales bajo esta ley condujeron investigaciones sinfín que gastaron cientos de miles de dólares de los contribuyentes, acosaron a los funcionarios electos y produjeron pocos crímenes que pudieran ser llevados a la Corte.
(Editorial)
La cuenta regresiva
En las elecciones a gobernador de California que se realizarán mañana, el electorado deberá decidir si el actual gobernador , Gray Davis, se queda o se va ; y quién lo reemplazará. El Partido Republicano presentó las firmas para llevar adelante la “recall election”, este golpe de Estado contra los demócratas. Arnold Schwarsenegger li-dera los sondeos, seguido del vicegobernador Cruz Bustamante.
The Washington Times
Dados todos los viciosos escándalos verbales que han afligido a nuestra política en la última década más o menos, era inevitable que alguien postulado para una alta función en la era visual crearía un miniescándalo al posar, o más exactamente, por haber posado en cueros delante de un artista obsesionado con el sexo. Era aún más inevitable que el candidato desnudo fuera una estrella de cine. Arnold Schwarzenegger siempre fue un pedazo de hombre a los ojos de las mujeres heterosexuales. Pero cuando leyeron el Informe Drudge que reproducía una borrosa fotografía de Arnold desnudo tomada por Robert Mapplethorpe, el autodeclarado homosexual Andrew Sullivan preguntó: “¿Qué verdadero californiano no votaría por alguien con un cuerpo así?”
(Suzanne Fields)
Los Angeles Times
Los votantes californianos han hablado, por lo menos en las encuestas. Si el nuevo resultado de The Times se mantiene, el estado pronto estará mirando al gobernador Schwarzenegger. ¿Luego qué? La falta de respuestas serias a esa pregunta les debería dar una pauta a los californianos. Efectivamente ahora es una carrera de dos hombres, con Arnold Schwarzenegger llevando la delantera. Su atractivo está a la vista; es un tipo grande con una sonrisa grande que exuda fortaleza y promete cambio. En ese sentido, aporta algo a la campaña que Gray Davis no hace. Cuando se le preguntan los detalles, sin embargo, su guión se cae. Los males del estado no pueden arreglarse con un actor de Hollywood murmurando frases de “Terminator”.
(Editorial)
The Washington Post
California, el estado más populoso de Estados Unidos, una vez más está ayudando a definir las políticas de descontento. En el tramo final de la campaña a revocar al gobernador Gray Davis, la disputa se reduce a Davis, un político bajo amenaza de perder su trabajo once meses después de haber ganado la reelección, y Arnold Schwarzenegger, el astro fílmico republicano que en estos días aventajó a sus rivales justo antes de que comenzaran los ataques contra él, con los cargos de abusador sexual y nazi. Pero la recusación representa más que una batalla entre ambos. Marca la dirección futura del estado y quizá a nivel nacional.
(Dan Balz)