EL MUNDO
› DERRIBAN UN HELICOPTERO TRAS EL ARRIBO DEL NUMERO 2 DEL PENTAGONO
Un Black Hawk menos recibió a Wolfowitz
Por Patrick Cockburn *
Desde Bagdad
Un helicóptero estadounidense Black Hawk fue derribado ayer por la guerrilla cerca de Tikrit hiriendo a cinco soldados, en un incidente que muestra la creciente sofisticación de los ataques contra fuerzas norteamericanas en Irak. Dos helicópteros estaban volando en formación, algo usual en torno a Tikrit, cuando el segundo fue impactado, probablemente por una granada lanzada con misil. El helicóptero permaneció en el aire un momento y luego se estrelló en un campo, donde estalló en llamas. Es sólo la segunda vez que un helicóptero estadounidense ha sido derribado en Irak desde que el presidente George W. Bush anunció el fin de las grandes operaciones de combate el 1º de mayo.
Previamente, funcionarios estadounidenses advirtieron que muchos misiles antiaéreos seguían disponibles en Irak, así como lanzaderas portátiles, a menudo entre los arsenales de los campesinos. Las lanzaderas y las bombas camineras son usadas comúnmente por las guerrillas en sus ataques contra patrullas y convoys estadounidenses. La resistencia a la ocupación estadounidense está centrada en los pueblos y ciudades musulmanes sunnitas sobre los ríos Tigris y Eufrates, al norte de Bagdad. Saddam Hussein nació cerca de Tikrit, y disfrutaba de un fuerte respaldo en la región. El llamado “triángulo sunnita”, donde las fuerzas estadounidenses son atacadas con frecuencia, se ha extendido un poco más al norte durante el pasado mes, con un creciente número de incidentes dentro y en torno a Mosul y Kirkuk.
Ayer, más temprano, el subsecretario de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz había visitado a soldados en Tikrit, y elogiado a los iraquíes que estaban uniéndose a las fuerzas de defensa. “Estos jóvenes iraquíes están dando un paso adelante para luchar por su país junto a nosotros -dijo Wolfowitz–. Es una maravillosa historia de éxito.” Pero la gente en el área sunnita muestra antipatía hacia la ocupación. En localidades como Hawaija, al oeste de Kirkuk, y Baiji, más al sur, las paredes están cubiertas de pintadas a favor de Saddam. Los jeques que antes habían mantenido relaciones amistosas con los comandantes estadounidenses ahora dicen que sus vidas están en peligro.
Incluso en el distrito sunnita favorecido por el anterior régimen iraquí hubo muchos que, en su momento, se sintieron aliviados por la caída de Saddam. Pero la falta de trabajo, los despidos de ex funcionarios del Partido Baaz, el desbande del ejército y la rabia por los allanamientos, patrullajes y puestos de vigilancia estadounidenses han llevado a un cambio de estado de ánimo, con muchos que ahora dicen que estaban mejor bajo el régimen de Saddam. Y con el mes sagrado de Ramadán a punto de comenzar, los comandantes están advirtiendo a sus tropas que caerá mal que fumen, coman o beban agua frente a los iraquíes que están ayunando y absteniéndose de fumar desde el amanecer hasta la puesta del sol.
* De The Independent de Gran Bretaña, especial para Página/12.