El gobierno de línea dura de Alvaro Uribe había logrado anoche más del 80 por ciento de votos en favor del “sí” en un referéndum de 15 preguntas sobre medidas contra la corrupción política y para generar reformas fiscales considerado decisivo para el presidente, pero sin que se supiera si ese resultado contaba con la participación del 25 por ciento del censo electoral que necesitaba para hacerse ley. La jornada electoral terminó a las 16, hora local, y estuvo salpicada de incidentes en varias regiones del país, aunque sin influencia en el desarrollo de los comicios.
La expectativa se centraba en saber si tras una agresiva campaña emprendida por el gobierno colombiano se logró que 6,2 millones de personas, cifra correspondiente al 25% del censo electoral, votasen. Una cifra inferior invalida totalmente el referendo. Es por esta razón que los detractores de la iniciativa –encabezados por los sindicatos– no impulsaron campañas por el “No” sino por la abstención, que resultaba más eficaz a sus propósitos. Algunas proyecciones indicaban que al menos cuatro preguntas habían logrado pasar el umbral necesario.
El referéndum de 15 preguntas, uno de los proyectos bandera del presidente Uribe, consultó entre otros puntos la reducción de 268 a 218 escaños en el Congreso; la supresión de entidades de control regionales y el retiro de derechos civiles a los funcionarios que incurran en fraude contra el Estado. También preguntó a los colombianos sobre medidas de ajuste fiscal que congelan los salarios de los empleados públicos y los gastos del Estado por dos años y limita las pensiones y privilegios de los funcionarios. Según el Ministerio de Hacienda, la aprobación del referéndum permitiría al Estado un ahorro total de 20 billones de pesos (unos 7000 millones de dólares) hasta 2010.
Un total de 10 personas murieron en hechos de violencia: seis policías en combates con la guerrilla de las FARC en el sudoccidental departamento de Cauca; un oficial tras un ataque con granadas a una brigada militar en el central Tolima, y tres trabajadores de la empresa lechera Colanta en el norteño Antioquia. Unos minutos antes del comienzo de la votación, una bomba de estruendo se sintió cerca de mesas electorales en Medellín, segunda ciudad del país, dejando una persona levemente herida. También se reportó el derribo de torres de energía en los departamentos de Arauca, Guajira, Valle y Nariño. En el único hecho de violencia dirigido directamente contra la realización del referendo, 12 jurados electorales fueron secuestrados por las FARC, en el sudoccidental departamento del Valle. Almabeatriz Rengifo, directora de la Registraduría Nacional (órgano electoral), indicó que los funcionarios fueron secuestrados por las FARC, quienes incineraron el material electoral y mantenían obstaculizado el ingreso de vehículos a varias veredas cercanas al municipio.
El referendo fue una promesa de Uribe durante su campaña electoral y en un principio proponía reformas aún más drásticas, como reducir el Congreso a sólo 150 miembros. Sin embargo, debió conciliar con los parlamentarios y la consulta quedó limada en muchos de sus puntos. La defensa a ultranza hecha por Uribe, quien para ello se presentó en numerosos programas de radio y televisión, generó la percepción de que más que un referendo político y económico la consulta se constituyó en un plebiscito en torno de la figura del presidente, quien luego de 10 meses de gobierno tiene una popularidad de más del 70 por ciento.
En una alocución radiotelevisada en la noche del viernes, el presidente aseguró que el referendo también daba “fuerza a la lucha contra el terrorismo”. Ayer, en el último tramo de la votación, el presidente urgió a los colombianos a salir a votar, dado que el resultado del referéndum sólo se consideraría vinculante si la marca de participación llegaba al 25 por ciento del censo electoral. “Hay todavía dos horas: aprovéchenlas para salir a votar y derrotar al terrorismo y la corrupción”, urgió el mandatario en declaraciones a los medios.
El referendo es el primero de dos días de votación. Hoy los colombianos elegirán a sus alcaldes y concejales para 1100 municipios y gobernadores ymiembros de las asambleas para 32 departamentos. En estas elecciones, algunos resultados pueden ser paradójicos respecto de los resultados de ayer, ya que el izquierdista Luis Eduardo Garzón, que compitió sin éxito con Uribe en las elecciones presidenciales, se perfilaba en las encuestas como el ganador de la alcaldía de Bogotá, uno de los distritos que apoyaron más decisivamente a Uribe en el referéndum de ayer.