EL MUNDO
› EE.UU. CREE AHORA QUE ESTA DETRAS DE LOS ATENTADOS
Vuelve el fantasma de Saddam
Por Rupert Cornwell*
Desde Washington
Mientras el Congreso se prepara para ratificar 60.000 millones de dólares de ayuda extra para Irak, la administración Bush admite ahora que Saddam Hussein mismo, previamente descartado como un fugitivo impotente, puede estar teniendo un gran papel en la creciente resistencia a la ocupación estadounidense. Confirmando esta nueva línea de pensamiento aquí, tropas estadounidense se desplegaron ayer antes del amanecer para sellar Uja, la aldea a unos 130 kilómetros al norte de Bagdad donde nació Saddam y que es también hogar para muchos altos funcionarios del régimen baazista. Después de que los soldados hubieran rodeado a Uja con alambres afilados e instalaran puestos de control en las salidas, se impartieron órdenes a los residentes para que se registraran para chequear su identidad y obtener nuevos documentos. Un oficial estadounidense dijo que la operación tenía el objeto de “proteger a la mayoría de la población, la gente que quiere seguir con su vida de siempre”.
La creencia en aumento de que el ex líder iraquí puede estar coordinando la resistencia –que ayer se cobró la vida de otro soldado estadounidense– tuvo su primer registro en el New York Times de ayer. La revelación está destinada a acrecentar las dudas sobre el éxito de la invasión de marzo y la capacidad de las fuerzas de ocupación de restaurar la estabilidad, especialmente en el llamado “triángulo sunnita” al norte y al oeste de la capital, donde los ataques contra fuerzas estadounidenses han sido más frecuentes. Hasta este momento Estados Unidos había culpado por la violencia posguerra, en la que 118 de sus tropas han sido muertas, a leales del Partido Baaz o extremistas islámicos o una combinación de ambos. Pero ésta es la primera vez que se identifica personalmente a Saddam mismo como el responsable. De acuerdo con algunos funcionarios, entrevistas clave pueden haberse desarrollado en vehículos en movimiento para evitar su descubrimiento por las operaciones de reconocimiento de Estados Unidos. Sea cual fuere la verdad, es claro que, pese a la muerte o captura de 44 de los 55 miembros del viejo régimen retratados en el celebrado “mazo de naipes” del Pentágono, la oposición a la ocupación es importante y está creciendo.
Los 60.000 millones de gasto militar representan la parte del león del paquete de ayuda suplementaria de 87.000 millones requerido por el presidente Bush para Irak y Afganistán, para el que la aprobación del Congreso está prácticamente asegurada. El jueves por la noche, la Cámara de Representantes aprobó una versión de la medida acordada con negociadores del Senado, descartando la polémica cláusula que habría convertido en préstamos a 10.000 de los 20.000 millones apuntados a la reconstrucción de Irak. Se espera que el Senado, donde la incomodidad con el paquete de ayuda es más fuerte, lo apruebe pronto. Si así fuera, un total de 160.000 millones de dólares habrá sido adjudicado para cubrir los costos de la guerra y de su desenlace –mucho más que los 50.000 a 100.000 millones estimados originalmente por la administración–.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.