Por Ferrán Sales*
Desde Jerusalén

Espoleado por sectores influyentes del ejército, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, se ha visto obligado a abandonar momentáneamente las tácticas bélicas y anunciar la reapertura de un diálogo con los palestinos. El ministro de Defensa, Shaul Mofaz, se reunirá la próxima semana con representantes de la Autoridad Palestina, en lo que podría ser el principio de una nueva etapa de diálogo tras cerca de cuatro meses de silencio e incomunicación.
“Creo que estamos al borde de una nueva oportunidad para encontrar el camino que nos conduzca a la tranquilidad y la paz”, anunció el jueves por la noche Sharon, al tiempo que revelaba que en los últimos días se habían reanudado contactos con representantes de la Autoridad Palestina, en aras a establecer el diálogo. El anuncio de Sharon fue confirmado ayer por portavoces del gobierno palestino, quienes a través del secretario de la presidencia en Ramalá, Nabil Abu Rudeina, aseguraban que se habían estado estableciendo contactos en los últimos días, aunque a “muy bajo nivel”, con la finalidad de establecer un canal más serio y sólido de negociaciones.
El mensaje de Sharon supone un cambio de actitud importante por parte del primer ministro que hasta ahora se había opuesto a cualquier tipo de contacto con el jefe de gobierno palestino Ahmed Qureia –Abu Alá–, por considerarlo un “títere” en manos del presidente Yasser Arafat, y había anunciado que no hablaría con él mientras la mano del anciano presidente apareciera entre bastidores. El giro inesperado de Sharon parece el resultado de las presiones de determinados sectores del ejército, encabezados por el jefe del Estado Mayor, el teniente general Moshe Yaalon, que hace tres días manifestó sus críticas respecto de la política de su primer ministro, y aseguró que la estrategia de cierres, asedios y represión sólo beneficiaba a los “terroristas”.
Las palabras de Yaalon, un conocido halcón que reiteradamente ha venido preconizando mano dura con los palestinos, abrieron una profunda polémica en el gobierno. Mientras Sharon y Mofaz le exigían una rectificación pública, el viceprimer ministro y responsable de Justicia, Tommy Lapid, líder del partido Sinuhi, se sumaba a las críticas de Yaalon y pedía la reapertura de un diálogo con los palestinos.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.