Cuestiones económicas pero también judiciales estuvieron en el centro del encuentro que mantuvo el viernes en Roma la presidenta brasileña Dilma Rousseff con el primer ministro italiano Matteo Renzi. Rousseff cumple una visita de dos días a Italia, ayer en Roma y el sábado en Milán para asistir a la Expo 2015 y visitar en particular el pabellón brasileño. Las cuestiones económicas, explicaron ambos mandatarios en una declaración conjunta que hicieron al concluir el encuentro, estuvieron referidas principalmente a las inversiones italianas en Brasil, dado que hasta el año pasado Italia se encontraba entre los diez primeros socios comerciales del país latinoamericano.Según la Cancillería brasileña, entre 2008 y 2014 el intercambio comercial entre los dos países creció un 10 por ciento.

“Hemos discutido ampliamente sobre las empresas italianas que han invertido e invertirán en Brasil –dijo Renzi–. No hay que olvidar que más de 30 millones de brasileños tienen ascendencia italiana y hay más de mil empresas italianas que operan en el país, como Fiat, Pirelli y tantas otras.” El premier italiano dijo además que se habló de posibles intercambios a nivel de infraestructuras, energía, ferrocarriles y naves además de cooperación a nivel cultural, de investigación e innovación.

La presidenta Rousseff por su parte, subrayó la coincidencia de ambos gobernantes en elevar el nivel de la relación de los dos países, sobre todo porque existe mucha coincidencia a nivel de los valores, “en el respeto de los derechos humanos, el clima, la necesidad de la inclusión social y la justicia en el mundo”, dijo. La presidenta indicó además que en su país se habían abierto distintos campos para la colaboración bilateral, como la energía, incluso renovable, y la telefonía. Pero también en ferrocarriles, puertos y aeropuertos.”Hay un camino que podemos recorrer juntos por eso queremos potenciar esta relación “, subrayó, invitando a los empresarios italianos a invertir en Brasil y a Renzi a visitar el país

El otro tema importante tratado en el encuentro, según algunas noticias difundidas en Italia pero de lo que no se habló en la declaración conjunta, fueron algunas cuestiones judiciales pendientes entre los dos países, como la extradición negada por el gobierno del ex presidente Lula del terrorista italiano Cesare Battisti, condenado a cadena a perpetua en Italia y que vive en Brasil. También del caso del ex director de marketing brasileño Henrique Pizzolato, condenado en 2013 en Brasil por corrupción pasiva, lavado de dinero y peculado. Pizzolato fue arrestado en Italia con documentos falsos y desde 2014 Brasil está intentando su extradición.

“Espero, pienso y creo que la renovación de nuestra relación podrá ayudar a la solución de los casos más difíciles”, dijo Renzi en el encuentro con la prensa.

La visita de Rousseff a la capital italiana comenzó con un encuentro bilateral y almuerzo con el presidente de la República, Sergio Ma- ttarella. Se trató del primer encuentro oficial de Rousseff tanto con Renzi como con el presidente de la República. En la tarde del viernes la presidenta fue a saludar a su compatriota José Graziano da Silva, secretario general de Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación. Por la noche partió a Milán donde hoy sábado visitará la Expo Milán 2015, donde Brasil tiene un super pabellón particularmente llamativo por una gran red donde los niños y jóvenes que la visitan pueden saltar.

Según el Ministerio de Relaciones Exteriores de Brasil, en el evento de la Expo 2015 y su tema, “Alimentar al Planeta - Energía para la vida”, el gobierno brasileño pretende mostrar “la capacidad tecnológica que tiene el país para ampliar la producción de alimentos y ayudar a atender las demandas mundiales de manera sostenible”.

Rousseff llegó a Italia desde Rusia, tras participar de la VII Cumbre de los Brics y se reunió con su par ruso, Vladimir Putin. De este encuentro, contó a la prensa Rousseff, también habló con Renzi.