El canciller Héctor Timerman viajó a Jamaica junto con su par brasileño, Mauro Vieira, para reunirse hoy con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, para conversar sobre la crisis fronteriza con Colombia. Entre tanto, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, llegó ayer a la fronteriza ciudad de Cúcuta para encontrarse con los colombianos que fueron deportados o decidieron regresar de Venezuela.

El vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza (foto), informó tras reunirse ayer en su despacho en Caracas con Vieira y Timerman que ambos diplomáticos decidieron viajar a hablar directamente con Maduro, quien asiste en Jamaica a una cumbre de Petrocaribe. Ambos cancilleres, que llegaron ayer procedentes de Colombia, no hablaron con la prensa y tras dos horas de diálogo con Arreaza, regresaron al aeropuerto para viajar a Kingston. Allí se encontrarán hoy con Maduro, quien voló directamente desde Qatar, tras una gira que también incluyó China y Vietnam. Arreaza dijo que los cancilleres fueron enviados a Bogotá y Caracas “por dos grandes amigas”, las presidentas de Argentina, Cristina Fernández, y de Brasil, Dilma Rousseff, para ayudar a solucionar el distanciamiento entre Maduro y su par colombiano, Juan Manuel Santos, por el cierre de un tramo de la frontera común. Horas antes del viaje a Jamaica de los cancilleres de Argentina y Brasil, Maduro declaró desde Qatar estar listo para un encuentro “cara a cara” con Santos, una vez que su decisión de cerrar la frontera entre ambas naciones sirvió para bajar la tensión entre ambos países.

Por su parte, Almagro llegó ayer a Cúcuta en compañía de la canciller colombiana, María Angela Holguín; del ministro del Interior, Juan Fernández Cristo; y del embajador del país de la OEA, Andrés González Díaz. Sentados delante de las filas de tiendas de campaña instaladas por el gobierno colombiano, los deportados le contaron a Almagro su drama, especialmente lo difícil que fue estar separados de familiares que tuvieron que quedarse en Venezuela por tener esa nacionalidad.

Según la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), desde el pasado 19 de agosto, día en que Maduro ordenó el cierre del principal paso entre Cúcuta y San Antonio (Venezuela), seguido del estado de excepción en una franja limítrofe de la región de Táchira, al menos 1355 colombianos regresaron al país.

Maduro decidió ordenar el cierre de la frontera para poner fin a la reventa de combustibles y productos de primera necesidad venezolanos en Colombia, y tras un ataque de supuestos contrabandistas a una patrulla militar que vigilaba la zona fronteriza.