Por José Manuel Calvo *
Desde Washington

Arnold Schwarzenegger, el nuevo gobernador de California, juró ayer su cargo sobre una Biblia sostenida por su mujer, Maria Shriver, en una ceremonia celebrada frente al Capitolio de Sacramento, ante 7500 invitados y más de 600 periodistas. Inmediatamente después, y ya desde su despacho, Schwarzenegger cumplió una de sus promesas electorales: anular el aumento del 300 por ciento en el impuesto de circulación decidido por su antecesor en el cargo, el ex gobernador Gray Davis, que asistió a la toma de posesión junto al resto de los ex gobernadores del estado, excepto Ronald Reagan, enfermo de Alzheimer.
La segunda decisión del gobernador fue la de convocar, para hoy mismo, una sesión extraordinaria de las cámaras, en las que los demócratas tienen mayoría, para abordar la delicada situación presupuestaria del estado. La decisión de suprimir el aumento del impuesto de circulación es enormemente popular, pero aumentará en 4 mil millones de dólares el déficit presupuestario, calculado en 10.200 millones, aunque el nuevo equipo cree que en realidad es de 25 mil millones. Schwarzenegger se comprometió a no subir impuestos y a no recortar gastos públicos relacionados con la educación, que supone un tercio de los 100 mil millones del presupuesto.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.