Augusto Pinochet cumplió ayer 88 años en medio de una polémica por las declaraciones que dio a un canal de Miami en las que se comparó con un ángel y negó otra vez haber cometido crímenes. El ex dictador chileno –al que no se puede imputar en su calidad de “demente”– afirmó con lúcida desvergüenza que son sus enemigos, y no él, “quienes deberían pedir perdón”. El gobierno de Ricardo Lagos reaccionó señalando que Pinochet es “una patética figura del pasado”.
El ex dictador chileno (1973-1990) celebró este cumpleaños sin manifestar ningún arrepentimiento por los hechos ocurridos durante los 17 años que gobernó el país con mano represora, según una entrevista que se difundió en la noche del lunes por el Canal 22 de Miami. El reportaje, que causó polémica en Chile, fue emitido 24 horas después que el periódico oficialista chileno La Nación revelara que entre 400 y 500 prisioneros políticos fueron lanzados al mar desde helicópteros, atados a un riel y metidos en sacos. Pinochet grabó hace dos semanas el contenido que en parte se difundió por el canal norteamericano. “Me siento como ángel bueno”, dijo ante las cámaras, negando su responsabilidad en los más de 3000 muertos y desaparecidos causados por su régimen. El diálogo lo concedió a la periodista cubana María Elvira Salazar hace dos semanas en Santiago, donde apareció afirmando que no pedirá perdón a sus víctimas y que no se arrepiente de nada. Las reacciones fueron inmediatas entre sus detractores y las víctimas de su régimen, que lo tildaron de “cobarde” y “patético” y señalaron que sus declaraciones demuestran que no está demente, como determinó un fallo judicial que lo exoneró judicialmente por “demencia incurable” en 2002.
Organismos de derechos humanos anunciaron que estudiarán la forma de llevarlo nuevamente a los tribunales. “Estas declaraciones coinciden con la revelación de que más de 400 personas habrían sido lanzadas al mar, y queremos que esa investigación continúe”, declaró la secretaria de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Viviana Díaz.