EL MUNDO
60 tirones de orejas de Ariel Sharon a la diplomacia por criticar al muro
Israel decidió amonestar a 60 representantes extranjeros por enviar el “caso del muro” a La Haya. La Argentina, como Brasil, México, Turquía y la India, entre otros países de excelentes lazos diplomáticos con Israel, está entre los citados.
Por Ferrán Sales*
Desde Jerusalén
Ariel Sharon ha decidido dar una reprimenda a la diplomacia internacional, empezando por la de casa, por haber votado contra Israel en la ONU y planteando la legalidad del muro ante el Tribunal Internacional de La Haya; sesenta representantes extranjeros deberán comparecer en el Ministerio de Exteriores israelí para ser debidamente amonestados. La protesta, una de las más multitudinarias de la historia de la diplomacia israelí, coincidió ayer con un nuevo episodio de violencia en Gaza, donde el ejército mató a seis palestinos, y con una confusa explosión en Tel Aviv que mató a tres personas e hirió a otras 15, y que la policía, luego de especular con un atentado terrorista, atribuyó a la mafia rusa.
La convocatoria de este importante grupo de representantes extranjeros se enmarca dentro de la operación planificada por el gobierno de Sharon, con la que trata de defender ante la opinión pública internacional la construcción del muro de separación con Cisjordania y contrarrestar el frente opositor en el que se encuentra la mayor parte de los países europeos y, parcialmente, Estados Unidos. Tras haber dado consignas a todas las delegaciones extranjeras para que explicaran por todos los medios y a todos los niveles el punto de vista oficial de Israel con respecto a esta obra, la diplomacia de Jerusalén ha pasado al ataque, convocando uno a uno 60 de los 91 países que el lunes votaron en la Asamblea General de la ONU para que el tema del muro y sus implicancias fuera estudiado por el Tribunal Internacional de La Haya.
La convocatoria de Exteriores afecta en principio a los embajadores de 15 países, de los 91 que votaron en contra de Israel, con los que mantiene relaciones diplomáticas plenas. Pero la protesta se ha hecho también extensiva a los otros 45 representantes diplomáticos, consulares o comerciales que se encuentran asentados en Jerusalén o Tel Aviv. Entre los embajadores convocados se encuentran los de Turquía y la India, dos amigos estratégicos de Israel, pero además los de México, la Argentina y Brasil, con los que mantiene excelentes relaciones. España no ha sido citada, ya que se abstuvo en la votación.
La protesta israelí alcanza también a los encargados de negocios de las embajadas de Jordania y Egipto, los dos países árabes con los que Israel tiene firmados acuerdos de paz y con los que trata desde hace meses de restablecer las relaciones diplomáticas plenas, después de que El Cairo y Ammán decidieran no nombrar nuevos embajadores, como protesta por la represión del ejército contra los palestinos en el marco de la Intifada. Paradójicamente, hace dos días el ministro israelí de Exteriores, Silvan Shalom, se entrevistó en Egipto con el presidente Hosni Mubarak, al que pidió que designara un nuevo embajador.
La protesta israelí llega en un mal momento, mientras el ejército efectuaba ayer una ofensiva en el campo de refugiados de Rafah, al sur de la Franja de Gaza, para tratar de poner fin al contrabando de armas y detener a militantes fundamentalistas. La incursión duro ocho horas, participaron decenas de blindados y centenares de soldados, y se saldó con la muerte de seis palestinos, entre ellos un médico, que fue tiroteado cuando trataba de asistir a un herido. Otras 17 personas, entre ellos cuatro niños, resultaron heridas. La última ofensiva de estas características se efectuó hace dos meses.
La explosión de Tel Aviv fue en la céntrica calle Alenby y se produjo en un cajero automático al paso del coche de un mafioso. Hospitalizado, el hombre insistió que no tenía enemigos.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.