EL MUNDO › NO HUBO GRANDES SORPRESAS EN LA SEGUNDA ELECCIóN PRIMARIA DE EE.UU. EN EL ESTADO DE NEW HAMPSHIRE
Mientras el magnate consiguió revertir la pálida imagen que había dejado en Iowa, Hillary Clinton volvió a fracasar en su intento de derrotar la candidatura insurgente de Sanders. Kasich y Bush aprovecharon el traspié de Rubio.
Demócratas y republicanos eligieron en el estado de New Hampshire, el segundo en dirimir sus primarias, a sus candidatos para las elecciones presidenciales de noviembre. Al cierre de esta edición, el ganador de la competencia era Bernie Sanders, que aventajaba por casi 20 puntos de diferencia a su rival directa, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton. Por su parte, la contienda republicana quedó liderada por Donald Trump, seguido por John Kasich.
New Hampshire, el estado conocido por su lema “Vive libre o muere”, tiene una población de apenas 1,3 millón de habitantes pero cuenta con gran cantidad de votantes independientes –cerca de un 44 por ciento–, que resultan determinantes a la hora de decidir la suerte de un candidato e imprimen suspenso hasta el último momento, dada la posibilidad que tienen de elegir a cualquiera de los dos partidos. Además, este estado tiene un valor simbólico en la carrera a la presidencia de Estados Unidos. En la historia reciente ningún candidato que no haya terminado entre los dos primeros en New Hampshire ha llegado a la Casa Blanca.
En el pintoresco pueblo de Canterbury, de entre 2000 y 3000 habitantes, las primeras personas se acercaron a votar en la alcaldía desafiando la baja temperatura y una gruesa capa de nieve. David Emerson, un carpintero de pie en la puerta con un cartel de Sanders, dijo que planeaba quedarse allí todo el día: “Esto es lo más importante para mí, estar aquí con el cartel. El es el único que vale la pena apoyar. Hillary lo deja en claro, es la misma vieja historia. Bernie habla de todas las cosas que se necesita hacer”, afirmó.
En el campo demócrata, Sanders, impulsor de una revolución política en el país y apoyado por los más jóvenes, sale fortalecido con este amplio triunfo y pone en duda aún más el cómodo liderazgo de meses atrás de su rival y gran favorita. De su lado, al ser interrogada sobre si ganaría en New Hampshire, Clinton se había mostrado filosófica: “¿Saben? Me encanta la forma en que New Hampshire hace esto. Me gusta el modo en el que la gente de New Hampshire se toma esto con tanta seriedad”.
La victoria conseguida por Sanders, quien llevó adelante una agenda liberal que busca aumentar los impuestos y regulaciones para Wall Street, se transforma así en la segunda decepción para Clinton, quien a duras penas logró imponerse en los caucus de Iowa. En esa ocasión, Sanders había logrado un formidable segundo puesto. Sanders representó al vecino estado de Vermont durante más de dos décadas, característica que lo posicionó como una suerte de “local” en esta contienda. La popularidad de Sanders entre los liberales, los jóvenes y los hombres y mujeres blancos de clase trabajadora puso de relieve las vulnerabilidades potenciales a las que se encuentra expuesta Clinton en las nominaciones que se vienen. Ahora se encuentra bajo una enorme presión para demostrar que su mensaje puede inspirar y movilizar a sus votantes.
Sanders se enfrenta a su propia prueba para demostrar que puede conseguir más votantes más allá de su electorado clásico, y atraer a un gran número de demócratas de corte más tradicional.
En el bando republicano, la lucha era sobre todo por el segundo puesto detrás de Trump y por la supervivencia para aquellos que arrastran magros resultados en Iowa, como el gobernador republicano de Nueva Jersey, Chris Christie. Como lo anticipaban las encuestas, John Kasich logró un muy buen resultado y se ubicaba segundo con 16,4 por ciento de los votos. Jeb Bush sobrevivió con un tercer puesto con el 11,9 de los sufragios. Cruz, de su lado, se ubicó en el cuarto lugar con el 11 por ciento de los votos.
El senador Marco Rubio (Florida, sudeste), hijo de inmigrantes cubanos y el más joven de los aspirantes, con 44 años, se ubicaba en el quinto lugar, con cerca del diez por ciento, lejos de la revelación de Iowa donde ocupó el tercer lugar cerca de Trump (23,1 por ciento) La mitad de los republicanos dijeron sentirse traicionados por su partido, y la mayoría eligió un candidato que no forma parte del “establishment”, como Trump.
Respecto de Trump, un multimillonario venido a político cuya presencia puso patas para arriba la carrera republicana, se recuperó del humilde segundo lugar que logró en los caucus de Iowa a principios de mes. Según indica el periódico estadounidense The New York Times, la victoria de Trump sugiere por primera vez su poco convencional campaña, impulsada en gran medida por su transformación en celebridad y figura del espectáculo, es capaz de conseguir votos. Y lo pone en una posición de privilegio de cara a la carrera presidencial que se debatirá en Carolina del Sur, que se celebrará el 20 de febrero, donde Trump aventaja en los sondeos por dos dígitos a sus dos rivales más cercanos, el senador texano Ted Cruz y su par de la Florida, Marco Rubio.
Cerca de la mitad de los votantes republicanos consultados al salir de centros de votación en New Hampshire dijeron que no resolvieron a qué precandidato presidencial apoyar hasta hace unos pocos días. Esto habla de la falta de penetración de los candidatos en electorado del estado del noroeste de los Estados Unidos.
Las próximas primarias serán este mes en Nevada (suroeste) y Carolina del Sur (este). La carrera a la Casa Blanca podría ver en los próximos días el ingreso del multimillonario ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg, quien indicó el lunes que “estudiaba todas las opciones” de una posible candidatura.
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