La nueva posición de Israel frente al conflicto con los palestinos va tomando forma. Tres formas, para ser precisos. La primera: si la Autoridad Palestina (AP) no cumple “en unos meses” con la Hoja de Ruta –el plan de paz impulsado por Washington– Israel “se desconectará” de los palestinos con “un plan unilateral de separación”, según anunció ayer el primer ministro israelí Ariel Sharon. La segunda: Sharon también declaró que Israel “acelerará considerablemente” la construcción de la polémica valla de separación que edifica en Cisjordania “para aliviar las condiciones de vida de los palestinos” que no sean terroristas. Y la tercera: Sharon anunció la “reestructuración de colonias”, o sea, su desmantelamiento para “reducir lo más posible el número de israelíes que viven en medio de la población palestina”. Pero si la AP “no hace un esfuerzo similar”, no voy a esperar “indefinidamente”, advirtió Sharon. Enseguida, Estados Unidos dijo que se opone a estas medidas porque pueden “bloquear” las negociaciones de la Hoja de Ruta. Sin embargo, el primer ministro palestino, Ahmed reia, declaró que “si el ejército israelí se retira de los territorios ocupados, por supuesto que le damos la bienvenida” al plan.
Sharon reiteró que Israel está dispuesto a cumplir con la Hoja de Ruta, “un buen plan de paz que ya ha sido aprobado por Israel, la AP, Estados Unidos y muchos países”. Pero si los palestinos no lo aplican al pie de la letra, “no voy a esperarlos de forma indefinida”, advirtió el premier en el esperado discurso que dio anoche en la Conferencia de Hertzlía, el foro político y militar más importante de Israel. El primer ministro advirtió que, para empezar, los palestinos deberán “desmantelar las organizaciones terroristas” como condición para avanzar en un proceso de negociación. Y que si la Autoridad Palestina no cumple con esto, Israel dará los pasos necesarios para “desconectarse” de los palestinos con fronteras “temporales”. Serán “líneas de seguridad destinadas a reducir la fricción” y en que el ejército permanecerá apostado hasta que los palestinos “decidan aplicar la Hoja de Ruta”, dijo. “He prometido al presidente de EE.UU. el desmantelamiento de asentamientos ilegales y les aseguro que no confiscaremos ninguna tierra ni habrá más construcción de nuevos asentamientos”, declaró en un intento por demostrar su compromiso con la Hoja de Ruta. Pero un dirigente de los colonos israelíes aseguró que éstos “harán todo lo posible” para impedir que se implemente el desmantelamiento de colonias. Y el líder del opositor Partido Laborista, Shimon Peres, dijo estar “decepcionado porque, en vez de poner plazos, lo que ha hecho Sharon es aplazar las decisiones necesarias”.
Para frenar una avalancha de críticas internacionales a su plan para “desconectarse” de los palestinos, Sharon dijo en su discurso que “cualquier paso de Israel será dado en estricta coordinación con Estados Unidos”. De hecho, el texto del discurso había sido enviado a la Casa Blanca antes de que el premier hablara en Hertzlía. Pero horas después del discurso, el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, declaró el rechazo de “cualquier paso unilateral que bloquee el camino hacia las negociaciones de la Hoja de Ruta, que es el único plan que apoya la administración” estadounidense.