El grupo guerrillero colombiano Ejército de Liberación Nacional (ELN) liberó ayer a los cinco extranjeros que tuvo secuestrados durante más de tres meses. El 12 de septiembre pasado, el ELN secuestró a ocho turistas extranjeros y a dos colombianos en Ciudad Perdida, un sitio arqueológico ubicado a 950 kilómetros de Bogotá. Dos días después, uno de los turistas logró escapar, y en noviembre, la guerrilla liberó al vasco Asier Huegun Etxeberría y la alemana Reinhilt Weigel. Los israelíes Beni Danle, Orcaz Dhayan, Ido Guy y Erez Eltawin y el británico Mark Henderson continuaron en cautiverio hasta que ayer fueron entregados en el norte del país a un comité humanitario.
“Los cinco presentan señales de fatiga y cansancio, pero por fortuna están en buen estado de salud”, dijo el ex procurador Jaime Bernal, que integra este comité. Según Bernal, la liberación fue un “gesto de buena voluntad” del Ejército de Liberación Nacional (ELN) con los países de los turistas secuestrados. Y barajó la posibilidad de que el grupo armado “libere a uno o dos colombianos que siguen retenidos”. De todos modos, Bernal se apuró a aclarar que “el secuestro es secuestro, así se trate de colombianos o extranjeros”.
La liberación de los extranjeros finalmente se pudo concretar después de que el jueves pasado el gobierno del presidente Alvaro Uribe anunciara que iba a facilitar las tareas de la comisión humanitaria. En otras palabras, esa declaración significaba que ninguna operación del ejército colombiano iba a interferir en la entrega de los secuestrados. Después de una larga reunión que hubo el sábado pasado entre el vocero del ELN Francisco Galán, que está preso en una cárcel colombiana, y algunos funcionarios, se informó que este grupo guerrillero –el segundo en importancia del país detrás de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC)– estaba dispuesto a liberar a los secuestrados antes de Navidad.