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› EE.UU. APLICARA UNA RESISTIDA MEDIDA DE SEGURIDAD
Agentes, preparen las valijas
Washington obligará a las aerolíneas internacionales a incluir agentes armados entre los pasajeros, medida de “prevención” (“antiterrorismo”) que irrita de antemano a los pilotos.
Por Sandro Pozzi *
Desde Nueva York
Estados Unidos vuelve a sacar de la manga una vieja propuesta para reforzar las medidas de seguridad en los aviones civiles con vistas a prevenir nuevos atentados terroristas. El Departamento de Seguridad Nacional anunció ayer que va a exigir a las compañías aéreas extranjeras que utilicen el espacio aéreo estadounidense que camuflen policías armados entre los pasajeros, una medida que irrita a los pilotos. El anuncio se hace una semana después de activar el nivel de alerta naranja –alto riesgo–, previo en una escala de cinco colores hasta el código rojo o amenaza severa.
Los conocidos como air marshalls (policías del aire) se introducirían de forma selectiva en los vuelos considerados por Estados Unidos como de alto riesgo para poder contrarrestar cualquier intento de los terroristas por hacerse del control de la aeronave. El secretario de Seguridad Nacional, Tom Ridge, explicó ayer que esta medida de carácter “preventivo” y de aplicación “inmediata” tiene como objetivo incrementar la protección de los ciudadanos estadounidenses y de los turistas extranjeros.
Este tipo de agentes armados, vestidos como civiles ya vuelan en algunas líneas domésticas en Estados Unidos. Los expertos en materia antiterrorista explicaban que con esta estrategia se pretende “interrumpir los planes” de ataque de los terroristas e “introducir incertidumbre en sus mentes”. El Reino Unido está contemplando la posibilidad de introducir estos agentes en sus vuelos hacia Estados Unidos. Pero los pilotos de British Airways aseguran que la medida es muy peligrosa y no están dispuestos a pilotear los aviones cuando haya policías armados entre el pasaje.
La administración Bush asegura desde hace días que Al-Qaida está dispuesta a realizar ataques terroristas con aviones que podrían ser de “magnitud similar o mayor” que los del 11 de septiembre de 2001 contra las Torres Gemelas y el Pentágono. Entre tanto, en Nueva York se ultima el amplio dispositivo de seguridad de cara a la celebración de la entrada de Noche Vieja en Times Square, donde se esperan que se concentren cientos de miles de personas.
El Pentágono está rechazando cada vez más que los soldados dejen los servicios militares –incluso si sus contratos originales han expirado– frente a la creciente demanda de múltiples misiones en ultramar, mayoritariamente en Irak y Afganistán. El ejército estadounidense ha impedido el retiro y la baja de más de 40.000 efectivos, y de esa manera el Pentágono ha excedido el límite de 480.000 estipulado por el Congreso, afirmó ayer el diario The Washington Post.
El diario indicó que el ejército ha bloqueado los pedidos de baja y ha extendido la obligación de soldados que han completado su contrato, incluidos 16.000 miembros de la Guardia Nacional y la reserva. “Para el Pentágono, las órdenes que suspenden el retiro y la baja son un medio para detener la hemorragia de personal y para maximizar la cohesión y la experiencia de las unidades en el campo de batalla en Irak, Afganistán y otras partes”, indicó el Post. Añade que algunos de los soldados se resignan a cumplir lo que consideran su deber patriótico, pero otros “están furiosos” e insisten en que son víctimas de una política que equivale a un servicio militar obligatorio no anunciado.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
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