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El gobierno de Colombia tiene la “certeza” de que el grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN) “es el responsable de la desaparición” de tres periodistas de los que no se tienen noticias desde el fin de semana pasado, informó ayer el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas.

“Definitivamente el ELN ha delinquido en este caso”, subrayó el funcionario, y aseguró que el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) tiene “listos” sus “protocolos de acción” para rescatar a los cronistas. “Puedo comunicar en la tarde de hoy que, con base en información de inteligencia recogida hasta el momento, hasta hace apenas unas horas, se confirma con certeza que el ELN es el responsable de la desaparición de los tres profesionales”, dijo Villegas en conferencia de prensa.

“Ha pasado, a juicio del gobierno, un tiempo más que prudencial para el regreso de los tres periodistas; de aquí en adelante la responsabilidad de la integridad y la libertad de estos tres ciudadanos reposa exclusivamente en manos del ELN”, agregó. Villegas reportó además que los comandantes del Ejército y la Policía Nacional, generales Alberto Mejía y Jorge Nieto, regresarían nuevamente ayer “a la zona a mantener las operaciones” de búsqueda de los cronistas.

La periodista Salud Hernández fue la primera en desaparecer este fin de semana, aunque familiares suyos aclararon que ella misma había advertido que se internaría en la selva de la zona del Catatumbo –fronteriza con Venezuela– para realizar una investigación sobre cultivos de coca y que por ese motivo podía quedar incomunicada.

Hernández tiene doble nacionalidad, colombiana y española, y trabaja para los diarios El Tiempo, de Bogotá, y El Mundo, de Madrid.

En tanto, los colombianos Diego de Pablos y Carlos Melo, periodista y camarógrafo de la televisora local RCN, desaparecieron horas después en la misma zona, en la que se internaron para buscar rastros de Hernández.

En la selva del Catatumbo, en el departamento Norte de Santander, actúan grupos del ELN, las FARC y la minúscula organización guerrillera Ejército Popular de Liberación (EPL), así como bandas criminales de origen paramilitar y narcotraficantes.

La falta de noticias sobre los tres periodistas generó confusión, a tal punto que el propio canciller español, José García Margallo, relativizó poco después sus primeras declaraciones del caso, que fueron de alarma. En ese contexto, la propia RCN, en un informe publicado el jueves por la mañana, se hizo eco de la versión según la cual Hernández estaba con miembros del ELN pero no raptada sino por voluntad propia. “Así lo han establecido las autoridades”, arriesgó la televisora.

Horas después, el obispo Omar Sánchez Cubillos anunció que ya se había activado el protocolo de seguridad para permitir la liberación de De Pablos y Melo tras una mediación de la Iglesia católica. Más tarde, el presidente Juan Manuel Santos dijo que, según “una fuente fidedigna”, Hernández “se fue a hacer un trabajo periodístico de su propia voluntad” y “el ELN está esperando cómo puede regresarla a la libertad”, aunque advirtió que el gobierno aún estaba “verificando” el dato.

Santos y el ELN revelaron hace dos años que habían mantenido conversaciones preliminares con el objeto de entablar un diálogo en pos de un acuerdo definitivo de paz similar al que el gobierno lleva adelante desde noviembre de 2012 con las FARC.