Sáb 20.03.2004

EL MUNDO  › LA PASION SEGUN ALMODOVAR

Irak bajo la cámara

Por Armando Tejeda*
Desde Madrid

El cineasta español Pedro Almodóvar acudió a un canal de televisión privado, Telecinco, para responder a los furibundos ataques que recibió desde diversos estamentos del saliente gobierno español, de José María Aznar, de medios de comunicación vinculados a la derecha y a la extrema derecha y de militantes del derrotado Partido Popular (PP), que incluso lo calificaron de “rojo hijo de puta”. “Pido perdón si con mis afirmaciones pude haber herido la sensibilidad de cualquier persona, ya que en ningún caso pretendía hacer daño a nadie”, dijo un atribulado Almodóvar.
El PP advirtió que presentará una querella criminal por el delito de “difamación” contra el cineasta, quien en la presentación a la prensa de su última película, La mala educación, fustigó al gobierno de Aznar por el “autoritarismo” que ha caracterizado su forma de gestionar el poder en los últimos ocho años. Ese fue el final de una curiosa historia que, además del popular cineasta, incluye al gobierno español, un grupo de periodistas de extrema derecha y la guerra en que están sumergidos los medios locales.
Los hechos son los siguientes: el lunes pasado, un día después del contundente triunfo de los socialistas en las elecciones generales en España, llegó a la sede central de Cadena radial Ser (perteneciente al grupo Prisa, el mismo que edita el diario El País) una carta cerrada y sin remitente en la que se aseguraba que el gobierno de Aznar había intentado perpetrar “un golpe de Estado” ante los acontecimientos pasados. La radioemisora no se hizo eco de esta información y entendió de inmediato que se trataba de “un montaje”; sin embargo, un correo electrónico con el mismo contenido llegó a un foro de la radiodifusora abierto en Internet, que tampoco fue suscrito por sus autores.
Unas horas después ocurrió una serie de hechos que se antojan al menos sospechosos: esta supuesta confirmación de la intentona golpista fue difundida por un medio electrónico, Libertad digital, vinculado a un periodista de extrema derecha, Federico Jiménez Losantos, quien responsabilizó a Cadena Ser de difundir esa información, que inmediatamente se propagó a través de Internet, y siempre citando como fuente a la emisora de radio.
En la rueda de prensa de Almodóvar, el pasado martes, un periodista anónimo preguntó al cineasta su opinión sobre ese “rumor”, a lo que respondió que le “preocupaba y espero que alguien aclare cuanto antes estas graves acusaciones”.
Ese mismo día se propagó de forma masiva el “rumor” de la supuesta “intentona golpista” y se atribuyó a Cadena Ser la autoría de la información, por lo que la propia emisora se vio obligada a responder con un comunicado: “Ese mismo mensaje llegó el lunes pasado, cerrado y sin remitente, a la sede de Cadena Ser en Madrid. Los responsables de la redacción tuvieron la evidencia de estar ante un montaje y no mereció la atención de ningún espacio informativo, ni en la radio ni en su página web”.
Los responsables de este medio de comunicación informaron que “dos horas después de que el mensaje llegara a uno de los foros de Internet, un correo idéntico se colgó en la página web del diario El Mundo, donde hasta el miércoles fue difundido. Por lo que la Cadena Ser se resiste a valorar la intencionalidad de una infamia que habla por sí misma y explica el tipo de periodismo que se practica en los medios citados”.
El director de cine español, ajeno a estos montajes de información fruto de la guerra entre los medios de comunicación, se limitó a señalar que le “aterraba” que existiera la posibilidad que desde el gobierno se hubiera intentado perpetrar un golpe de Estado y que, si era así, esperaba que se investigara hasta sus últimas consecuencias. Esta declaración provocó una descalificación generalizada del autor en medios públicos y privados, vinculados al gobierno de Aznar, que lo describieron como “difamador”. Pero además el candidato del PP, Mariano Rajoy, quien perdió en los comicios del domingo, anunció que presentará una denuncia en su contra por los delitos de “injurias y calumnias”, que le podría acarrear una sanción de entre 12 y 18 meses de cárcel.
Los miles de simpatizantes y militantes que se agolparon el jueves en la sede del PP en Madrid gritaron furibundas consignas contra el cineasta, a quien llamaron “hijo de puta” y “rojo de mierda”.
Almodóvar, entre la consternación y el temor a un linchamiento instigado por el gobierno, aseguró que “en ningún momento afirmé que el PP había intentado dar un golpe de Estado la noche del sábado al domingo, únicamente me hice eco de un mar de rumores que nos habían llegado por distintas fuentes, en los que se afirmaba que el PP habría intentado infructuosamente aplazar las elecciones”.
El creador español pidió “perdón” a los que se sintieran agraviados por un rumor cuyo origen está aún en el limbo del anonimato, pero que los indicios disponibles atribuyen a grupos mediáticos de la extrema derecha de este país.

* De La Jornada. Especial para Página/12.

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