EL MUNDO
Un ministro asesinado y cien muertos en la posguerra afgana
En lo que se presume un intento de matar al gobernador de la región del oeste afgano, el “León de Herat”, resultó emboscado su hijo, un ministro del gobierno de Hamid Karzai, impuesto por Washington.
Por Kim Sengupta *
Más de 100 personas murieron en una de las explosiones de violencia más graves de Afganistán desde la guerra, desatada tras la muerte del hijo del jefe de las milicias Ishmail Khan. En un audaz ataque en el corazón del feudo de su padre, Mirwais Sadiq murió al explotar una granada cuando viajaba en una caravana en la ciudad de Herat (oeste). Inmediatamente, los simpatizantes de Ishmail Khan culparon al representante del presidente afgano, Hamid Karzai. Esta acusación podría representar una escalada en la crisis que vive este país.
Zahir Nayebzada, recientemente designado comandante de la Provincia Occidental por el presidente Karzai, negó haber participado en la muerte de Sadiq y acusó a Ishmail Khan de provocar una confrontación con el gobierno al usurpar su comando. El general Nayebzada también afirmó que Sadiq, ministro de Aviación Civil en el gobierno de Karzai, murió luego de entrar en su residencia. “Entró a mi casa ilegalmente y la pelea empezó ahí. No maté a Sadiq en una emboscada. El murió en un choque, más tarde. Más de 100 personas murieron en los dos bandos, pero no somos los culpables”, indicó.
Los combates entre las dos facciones empezaron casi inmediatamente después del asesinato y se extendieron a lo largo y a lo ancho de Herat. Se informó que los dos bandos estaban usando granadas, morteros y armas automáticas. También se dijo que entre los muertos figuran varios civiles y que entre los heridos está Ghulam Sidiq Bakhatyar, el jefe de inteligencia de Ishmail Khan. Un vocero de este último acusó al general Nayebzada, de asesinar por “una rivalidad personal”. Por su parte, Ghulam Mohammad Masoan indicó que “el ministro Mirwais Sadiq viajaba en su auto con dos policías, que murieron con él. Hay combates cerca de la casa del comandante y otros lugares”. Se dijo que fue un intento de atentado frustrado contra su padre.
La violencia llega en un momento crítico para Afganistán, justo cuando se discute la formación de un nuevo gobierno. Al mismo tiempo, hubo un resurgimiento del régimen talibán y las fuerzas islámicas aliadas. El comandante Khan, conocido como el “León de Herat”, es visto como el más poderoso de los jefes de las milicias que sólo en teoría están bajo el control del gobierno de Karzai. Se supone que comanda a 50.000 combatientes y ha sido acusado de confabular con los iraníes.
Con el apoyo activo de Estados Unidos y Gran Bretaña, el presidente Karzai se ha embarcado en una campaña para disminuir el poder de las milicias. Unos días antes de Navidad, una misión británica en Marzar I Sharif persuadió a otro jefe militar, el general Abdul Rashid Dostum, de abandonar su artillería pesada. Una misión similar fue enviada por Estados Unidos para hablar con Ishmail Khan, en Herat.
Anoche, hubo confusión sobre el paradero de Ishmail Khan. El vocero del gobierno en Kabul dijo que estaba en la capital, pero sus seguidores aseguraron que estaba de regreso en Herat para analizar la situación. Varios paramédicos de organizaciones internacionales están en Herat, pero no se han informado víctimas entre ellos. Ishmail Khan, uno de los estandartes de la lucha contra los talibanes, ejerce control de la región de Herat desde la caída de ese régimen de milicias islamistas; en la práctica es uno de los principales adversarios de Karzai.
* De The Independent, de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Milagros Belgrano.