EL MUNDO
› LA RED DE LOS INTEGRISTAS PROMETIO NO ATACAR EE.UU.
El eje que Hamas aspira a romper
Tras el asesinato por Israel de Ahmed Yassin y la amenaza de matar a Yasser Arafat y Hassan Nasrallah, Hamas prometió venganza sin límites. Pero ayer dejó afuera a EE.UU., principal sostén del Estado judío en el mundo. La represalia, dicen, no tocará a Washington.
Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén
Hamas no tiene intención de atacar los Estados Unidos: así lo aseguró el miércoles desde Gaza el nuevo responsable de la organización fundamentalista, Abdelaziz Rantisi, en unas declaraciones a un grupo de periodistas extranjeros. El líder islamista añadió que la lucha armada, preconizada por su grupo como represalia al asesinato del jeque Ahmed Yassin, se circunscribirá al interior de Palestina e Israel y que en ningún caso irá más allá de estas fronteras.
Rantisi trataba con estas palabras de dividir fuerzas, tranquilizar a la Casa Blanca, no abrir un nuevo frente de lucha y aclarar un reciente comunicado de la formación fundamentalista en el que se aseguraba que Estados Unidos había apoyado el asesinato de Yassin y a continuación pedía “a todos los musulmanes del mundo participar en la represalia de este crimen”. “Sería estúpido por su parte –de los americanos– inquietarse, ya que hemos anunciado en numerosas ocasiones que solo atacaremos a nuestros enemigos ocupantes”, insistía ayer el líder fundamentalista, en un mensaje claro dirigido a Estados Unidos a través de la prensa.
Sin embargo, las palabras de Rantisi no han logrado sosegar a Estados Unidos, que recuerda que meses atrás en la Franja de Gaza murieron cuatro empleados de los servicios consulares, cuando acompañaban a un delegación diplomática que visitaba Gaza. Prueba de esta inquietud es que ayer la Casa Blanca, a través del Departamento de Estado, dio orden a todos sus nacionales de abandonar Gaza, al tiempo que recomendaba aplazar cualquier viaje a Cisjordania e Israel. Washington insistía asimismo en una serie de consejos que ha venido impartiendo durante los tres últimos años a quienes viven permanentemente o trabajan en la zona y que consisten básicamente en “evitar los lugares públicos, como restaurantes, cafés, tiendas, mercados, zonas peatonales, autobuses y sus paradas o cualesquiera otros lugares concurridos o zonas adyacentes”.
El presidente norteamericano, George W. Bush, manifestó anteayer su alarma con respecto a las amenazas provenientes de Hamas o de cualquier otro grupo terrorista: “Estoy preocupado porque grupos terroristas tengan a América como objetivo. Tenemos amenazas serias a causa de lo que defendemos. Hay gente que quiere dañar a nuestro país. Sea una amenaza de Hamas o Al-Qaida, las tomamos muy en serio”.
Ayer por la tarde, en plena escalada de la tensión, mientras Israel y la dirección de Hamas no cesaban de intercambiarse amenazas, un muchacho palestino de 14 años era detenido en un control militar israelí, cercano a Nablus, llevando un cinturón-bomba adosado a su cuerpo. Un portavoz del ejército aseguró que los soldados que lo detuvieron tienen serias sospechas de que el muchacho tenía como misión hacer estallar el artefacto cuando estuviera cerca de ellos.
Un soldado de guardia en el control de Hawara, donde sucedieron los hechos, afirmó además a través de la Radio del Ejército que el menor había recibido 100 shekels, poco más de 30 dólares, por llevar a cabo lo que en su opinión era un ataque suicida. Un miembro de la familia aseguró que el muchacho era un retrasado mental y que seguramente no tenía conciencia de lo que estaba haciendo.
Hace exactamente una semana los soldados de este mismo control detuvieron a otro muchacho de 10 años cuando intentaba transportar en dirección a Israel una carga explosiva. Aunque al principio se aseguró que se trataba de un aprendiz de suicida, después se descubrió que el muchacho, que se ganaba la vida transportando paquetes y maletas de uno a otro lado del control militar, había sido engañado por un desconocido que le dio 25 shekels, para transportar la bolsa.
“Este es otro terrorífico ejemplo de cómo los palestinos usan a sus propios niños para extender el terror contra los israelíes”, recalcaba un portavoz de la oficina del primer ministro Ariel Sharon. Desde enero del 2001 las autoridades israelíes han detenido a unos 40 menores, acusados de haber participado directa o indirectamente en operaciones suicidas, según fuentes del ejército.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.