El Partido de la Justicia y el Desarrollo (APK) del primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan ganaba con más del 43 por ciento de los sufragios las elecciones municipales y locales de ayer en Turquía, según un recuento parcial de votos, en una jornada marcada por la violencia, que dejó al menos siete muertos. De confirmarse esta tendencia, obtendría la mayor parte de las alcaldías del país. El balance de los disturbios se elevaba a siete muertos y decenas de heridos, sobre todo en el este del país. El AKP, partido conservador originado en movimientos islamistas prohibidos pero que se esforzó en borrar toda referencia a la religión, tenía una mayoría parlamentaria absoluta.