EL MUNDO
› ALLANARON LA CASA Y OFICINAS DE AHMED CHALABI, EX HOMBRE DEL PENTAGONO
Un golpe contra un presidente alquilado
Por Andrew Buncombe*
Desde Washington
Pocos días después que se anunciara que se le cortaba la financiación, ayer las tropas estadounidenses y la policía iraquí irrumpieron en la casa y las oficinas del político iraquí Ahmed Chalabi en lo que él describió como un esfuerzo por silenciar su crítica a Estados Unidos. Más de 100 iraquíes y personal estadounidense, entre los que se cree que hubo funcionarios de la CIA, estuvieron involucrados en los allanamientos que se dijo eran parte de una investigación sobre el “fraude, secuestro y temas asociados”. Un vocero de la Autoridad Provisional de la Coalición (APC) conducida por Estados Unidos insistió en que ni Chalabi ni el grupo que él lidera, el Congreso Nacional Iraquí (CNI), eran los objetivos de la investigación.
“Mi casa fue atacada. Por un pelo, evitamos un choque con mis guardias”, dijo Chalabi después de una conferencia de noticias en Bagdad. “Soy el mejor amigo de Estados Unidos en Irak. Si la APC considera que es necesario dirigir un ataque armado contra mi casa, se puede ver el estado de las relaciones entre la APC y el pueblo iraquí.” Que resulte o no cierta la afirmación de la coalición de que el CNI no era el objetivo, el ataque subraya el cambio que hubo en la relación entre Chalabi y Washington. Hace poco más de un año el ex exiliado iraquí, un chiíta y un abierto patrocinador de la invasión para derrocar a Saddam Hussein, fue propuesto en la administración Bush como un posible futuro líder de un Irak independiente pero amigo de Estados Unidos. Su grupo recibió decenas de millones de dólares en los últimos años.
Pero las cosas han cambiado. Los informes de inteligencia de Chalabi sobre el desarrollo de armas de destrucción masiva de Saddam resultaron no ser ciertos, como tampoco resultó cierta la calurosa bienvenida que predijo que recibirían las tropas de Estados Unidos de parte de los iraquíes. Con Washington teniendo ahora que abandonar su apoyo a Chalabi y tomar distancia de él, está tratando de elevarse independientemente a una posición de influencia usando su posición como un miembro del cuerpo del Consejo de Gobierno iraquí, que será reemplazado el 30 de junio por un nuevo cuerpo que actualmente está siendo formado por un enviado especial de Estados Unidos, Lakhadar Brahimi.
A Chalabi se le dijo que no tendrá ninguna posición en ese cuerpo y ha estado tratando trabajosamente de ganar el apoyo de otros miembros chiítas del Consejo y ampliar su apoyo entre la población mayoritaria chiíta de Irak. Un informe ayer sugirió que Chalabi estaba, en efecto, preparando un golpe para después que Estados Unidos entregara la soberanía. Chalabi declaró que los ataques habían sido motivados por sus recientes críticas a Estados Unidos. Previamente, esta semana, Estados Unidos confirmó que los pagos mensuales de 335.000 dólares al CNI finalizarían a fin de junio.
“Estoy pidiendo ahora políticas para liberar al pueblo iraquí, para tener la soberanía total ahora y estoy empujando la puerta en una forma que no les gusta”, dijo. “Abrí investigaciones sobre el programa petróleopor-alimentos que ha sembrado dudas sobre la integridad de la ONU aquí, que a ellos no les gusta.” Dijo que los estadounidenses en ropa civil llegaron en camionetas blindadas y acompañados por la policía iraquí. La policía entró en las oficinas del partido y en su casa, que están en el mismo edificio, confiscando equipos de computación, archivos, papeles, un Corán y un collar de oraciones, dijo que Dan Senor, un vocero de la APC, refirió todas las cuestiones sobre el allanamiento a las autoridades iraquíes. “Era una investigación dirigida por iraquíes, fue un allanamiento dirigido por iraquíes. Fue el resultado de órdenes de arresto iraquíes”, dijo.
Pero un consejero británico de Chalabi dijo que el allanamiento llevaba el sello de Paul Bremer, jefe de la APC. Claude Hankes-Drielsma dijo: “La forma en que se ha comportado el Consejo de Gobierno es muy del estilo de las tácticas patoteras de Bremer”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.