Jue 27.05.2004

EL MUNDO

Los derechos atacados por la “guerra antiterrorista”

Un informe de Amnistía Internacional denuncia el ataque a los DD.HH. con la cruzada en Irak y Afganistán. Señala que la política exterior de Bush y Blair viola las leyes internacionales.

Por Kim Sengupta *

Los derechos humanos y las leyes internacionales cayeron bajo el más severo ataque en 50 años por la “guerra contra el terrorismo” llevada a cabo por Estados Unidos y Gran Bretaña. La fuerte crítica llegó con un informe anual de Amnistía Internacional (AI) que acusa a la administración de George W. Bush, en particular, de llevar a cabo políticas “vacías de visión y de principios”. El gobierno de Estados Unidos es acusado de “sacrificar los derechos humanos en nombre de la seguridad interna, cerrando los ojos a los abusos en el exterior, usando una fuerza militar preventiva, donde y cuando quiere”.
Esa forma draconiana, dice Amnistía, “dañó la justicia y la libertad, y ha convertido al mundo en un lugar más peligroso”. En Irak, dice AI, “cientos de civiles fueron muertos y miles heridos” como resultado de bombardeos de Estados Unidos y Gran Bretaña, miles de otros fueron arrestados y detenidos por las potencias ocupantes. “Muchos civiles murieron como resultado del excesivo uso de la fuerza por las fuerzas de la coalición. Miles de mujeres fueron secuestradas, violadas y asesinadas cuando la ley y el orden desaparecieron después de la guerra. La tortura y el maltrato por las fuerzas de la Coalición eran moneda corriente”, dice el informe.
Amnistía acusa a Estados Unidos y a Gran Bretaña de “no cumplir con sus responsabilidades bajo la ley humanitaria internacional como poderes ocupantes, incluyendo su deber de restaurar y mantener el orden público y la seguridad, y proveer de alimentos, cuidados médicos y asistencia humanitaria”. Mientras Bush y Blair proclamaban que habían liberado al pueblo de Irak del régimen brutal de Saddam Hussein, “se tomaron pocas medidas para tratar las pasadas violaciones a los derechos humanos, incluyendo las desapariciones masivas, o para investigar y llevar ante la Justicia a aquellos responsables de crímenes contra la humanidad, genocidio y crímenes de guerra”.
Tres años después de los ataques del 11 de septiembre en Estados Unidos, el informe de la organización pinta un cuadro de gobiernos de todo el mundo que usan la “seguridad” como una excusa para autorizar matanzas y torturas, introducir legislaciones represivas y explotar los temores y los prejuicios de los pueblos. Estos regímenes se han comportado con impunidad bajo el manto de la propia campaña global de Estados Unidos contra aquellos que considera sus enemigos, con las consiguientes injusticias, como la de los prisioneros mantenidos sin juicio en la base de Guantánamo, en Cuba. Cientos de otros detenidos de 40 países también están encarcelados en Afganistán e Irak.
“Las fotografías de los abusos de los prisioneros iraquíes son la consecuencia lógica de la continuación de la guerra contra el terror llevada a cabo por Estados Unidos desde el 11 de septiembre”, dijo Irene Khan, la secretaria general de Amnistía (ver reportaje aparte). Gran Bretaña fue criticada por mantener a 14 ciudadanos extranjeros en prisión indefinidamente bajo la Ley de Antiterrorismo, Crimen y Seguridad (Latcs), dice el informe. “Entre otras razones, Gran Bretaña justificó estas medidas en base a que sus leyes de evidencia son demasiado severas para permitir procesamientos exitosos.” También señala que aunque 572 personas fueron arrestadas bajo sospecha de ofensas “relacionadas con el terrorismo”, sólo una de cada cinco enfrentó acusaciones. Más de la mitad fueron liberadas después de que las autoridades aceptaran que no tenían un caso sustentable.
Gran Bretaña, con los socios de la Unión Europea, España, Francia, Portugal, Malta, Irlanda y Australia, un socio en la guerra contra el terror, también fue censurada por imponer nuevas políticas cada vez más duras a los que buscan asilo. Los buscadores de asilo y otros ciudadanos no nacionales continuaron siendo blancos de medidas ostensiblementediseñadas para luchar contra el “terrorismo”, dice el texto. “Tales medidas fueron tomadas sin duda en respuesta a los pedidos populares de mayor seguridad. Sin embargo, no sólo resultaron en la violación de los derechos, sino que también ignoraron la evidencia de ciudadanos extranjeros intentando entrar al país para cometer crímenes ‘terroristas’ y otros, muy pocas veces confían en los canales de asilo.” Pero mientras el enfoque internacional ha estado puesto en la guerra contra Irak, la atención ha sido desviada de otros conflictos sangrientos y abusos de derechos humanos en Chechenia, Colombia, la República Democrática del Congo, Sudan y Nepal. Siguen siendo “un caldo de cultivo para algunas de las peores actividades”. Amnistía concluye: “El actual marco de trabajo de la ley internacional y la acción multilateral está sufriendo el mayor ataque desde hace medio siglo”.
“Los derechos humanos internacionales y la ley humanitaria están siendo desafiados directamente. En nombre de la ‘guerra contra el terror’, los gobiernos están erosionando los principios, normas y valores de los derechos humanos.” Anoche el vocero de la Casa Blanca, Scott McClellan, defendió la guerra contra el terrorismo de las acusaciones de Amnistía. “La guerra contra el terrorismo protegió los derechos humanos de unas 25 millones de personas en Afganistán y unas 25 millones de personas en Irak. La guerra contra el terrorismo llevó a la liberación un unas 50 millones de personas en esos países y Estados Unidos es un líder cuando se trata de proteger los derechos humanos, y seguiremos siéndolo.”

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.

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