EL MUNDO
› RENUNCIO EL DIRECTOR DE LA CIA EN MEDIO DE LA CRISIS POR IRAK
Cuando salta el primer fusible de W.
George Tenet renunció como director de la CIA, en momentos en que la guerra de Irak plantea un flanco vulnerable para la reelección de George W. Bush en noviembre. Se descuenta que es un chivo expiatorio, pero su desempeño también tuvo fallas graves.
Por Rupert Cronwell *
Desde Washington
George Tenet, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), renunció ayer, convirtiéndose en el chivo emisario de facto de la administración Bush por el fiasco de las armas de destrucción masiva iraquíes y la gran pérdida de credibilidad que posteriormente sufrió Estados Unidos. El momento de su partida, explicado como “por motivos personales”, asombró a Washington. Se sabe que Tenet quería renunciar antes de la inauguración presidencial en enero. Pero su ida, en medio de la continuación de violencia en Irak y las nuevas advertencias oficiales sobre posibles ataques terroristas, representa la primera gran sacudida en el equipo de seguridad nacional del presidente George Bush desde que este asumiera. Tenet formalmente se irá a mediados de julio, y su vice John McLaughlin se hará cargo, casi con seguridad hasta comienzos del año que viene. El funcionario renunciante, que está en funciones desde 1997, le comunicó a Bush su decisión durante una reunión de una hora en la Casa Blanca el miércoles a la tarde.
Ayer, cuando Bush partía para su gira de cuatro días a Europa, elogió a Tenet, llamándolo un “líder fuerte y capaz” que había hecho “una tarea admirable” para el pueblo estadounidense. “Le dije que lamentaba que se fuera”, dijo el presidente. Tenet, que una vez fue un alto asesor en el Comité de Inteligencia del Senado, era muy querido en el Capitolio. Pero a pesar de todas las palabras cálidas, de parte de los demócratas y de los republicanos, la verdad sobre su partida es seguramente más complicada. Anoche no era claro si Tenet fue suavemente empujado o se fue por voluntad propia. Aparentemente los miembros de los comités de inteligencia del Senado y la Cámara de Representantes no recibieron ninguna advertencia previa. “Esta es una decisión demasiado importante en un momento demasiado importante como para que sea una decisión personal”, dijo Stanfield Turner, un ex director de la CIA. “Tenet no hubiera podido despegarse del presidente en medio de un ciclo electoral sin que el presidente se lo pidiera. Lo están sacando; probablemente sea un chivo expiatorio.”
Tenet, uno de los pocos remanentes de la administración Clinton, era el segundo director de la CIA que estuvo tanto tiempo en funciones en toda la historia de la agencia, y lo hizo en un tiempo particularmente difícil, cuando el terrorismo reemplazó a la Unión Soviética como la principal amenaza a la seguridad nacional de Estados Unidos. Goza de un buen concepto por restaurar la moral y la cohesión de la agencia y por reforzar la dirección operacional, el brazo clandestino de la CIA. Tenet también tenía una fuerte relación personal con Bush, a quien veía todos los días. Pero a pesar de los cambios que inició, presidió sobre varios fracasos masivos de inteligencia. La CIA no predijo las pruebas nucleares paquistaníes e indias en 1998, no pudo anticiparse a los ataques de septiembre de 2001 y nunca logró reunir inteligencia humana efectiva en Irak. Tenet también estuvo en desventaja por los celos y la falta de cooperación de larga data entre la CIA y el FBI.
Pero el golpe de gracia fue el fiasco de las armas de destrucción masiva. Tenet no logró mantener fuera del discurso del Estado de la Unión de Bush en 2003 las ya desacreditadas acusaciones sobre las tratativas de Saddam Hussein para comprar uranio en Africa. Según Plan de Ataque, el libro del periodista Bob Woodward sobre los momentos previos a la guerra contra Irak, en 2002 Tenet le aseguraba a un supuestamente no convencido Bush que la evidencia de que Saddam Hussein poseía las armas prohibida sera irrebatible. Luego Colin Powell, el secretario de Estado, presentó una tesis al Consejo de Seguridad de la ONU que resultó totalmente errónea. Se dice que Powell está “afligido” por haber sido mal informado y exigió una explicación completa de la CIA. Ahmad Chalabi, líder del Congreso Nacional iraquí, ahora acusado de trabajar para la inteligencia iraní y de empujar a Estados Unidos a invadir Irak, ayer estaba deleitado con la partida del hombre al que acusó de ser la fuente de todos sus problemas. Tenet “brindó información errónea sobre armas de destrucción masiva al presidente Bush que le causaron a su gobierno enormes incomodidades tanto en las Naciones Unidas como en su propio país”, dijo Chalabi.
McLaughlin es un funcionario de la carrera de inteligencia muy estimado con amplio apoyo dentro de la agencia y es respetado tanto por los republicanos como por los demócratas en el Capitolio. La Casa Blanca querrá evitar estropear potencialmente las audiencias de confirmación de Senado para un sucesor a esta altura de la campaña. Lo último que los estrategas de Bush quieren es una nueva investigación del Congreso sobre los fracasos de la administración en Irak, que probablemente serán el tema central de la elección y que se está convirtiendo cada vez más en un punto vulnerable para el presidente.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Celita Doyhambéhère.