EL MUNDO
Una “soberanía” que empieza por el respeto a las fuerzas de ocupación
Por Anne Penketh*
El flamante primer ministro iraquí anoche apoyó la presencia continuada de tropas extranjeras en tierra iraquí como garantía de seguridad. La ONU acusó a las tropas de la coalición de “violaciones serias” a los derechos humanos. Las fuerzas norteamericanas aceptaron retirarse de ciertas posiciones en las conflictivas ciudades chiítas de Najaf y Kufa y entregar el control de la seguridad de los lugares santos a la policía iraquí, en el marco de una tregua con los milicianos radicales. El jefe radical chiíta Muqtada al Sadr aseguró que retiraría sus fuerzas de las ciudades si la policía garantiza la seguridad de los lugares santos. Además, el clérigo manifestó que los iraquíes no aceptarán al nuevo gobierno interino ya que no fue elegido. El recién nombrado presidente del gobierno interino iraquí, Ghazi Ayil al Yawer, acudirá a la cumbre del G8 que se celebrará la próxima semana en Sea Island (Georgia, EE.UU.).
En su primer discurso televisado a la nación desde su polémica designación la semana pasada, Iyad Allawi hizo un llamamiento para terminar con los ataques terroristas contra las fuerzas ocupantes, que deberán entregar el poder al gobierno interino a finales de este mes. Los norteamericanos ayer sufrieron la baja número 600 en Irak. “Los ataques contra las fuerzas multinacionales bajo el liderazgo de Estados Unidos para forzarlos a retirarse de Irak serían aún más desastroso para Irak, especialmente antes de que se finalice con la construcción de las instituciones militares y de seguridad”, dijo Allawi. “Vuestro gobierno sostiene que solamente la restauración de la seguridad y de la protección de la dignidad, el honor y el dinero de los ciudadanos permitirá que prosigamos con éxito por nuestro camino político y conseguir la transferencia plena de soberanía”, continuó. “También garantizará la realización del proceso constitucional electoral.”
Pero, en un texto leído por el jeque Jaber Jafaji durante la plegaria del viernes, Sadr remarcó que “nuestro gobierno deberá ser elegido. El pueblo iraquí no aceptará un gobierno designado por las fuerzas de ocupación”. Y agrega, “¿por qué no podemos tener elecciones? Porque el país no es seguro. Pero nosotros sabemos que el país no es seguro porque está ocupado. Que las fuerzas de ocupación dejen Irak, y el país será seguro”.
El ejército estadounidense anunció que un asesor cercano a Abu Musab al Zarqawi de la red terrorista Al Qaida, quien está supuestamente en Irak, fue capturado por la policía iraquí y estaba cooperando con los investigadores. El sospechoso, acusado de tomar parte en los ataques contra las fuerzas estadounidenses en Irak, fue identificado como Umar Baziyani. No había más detalles disponibles ayer por la noche.
El alto comisionado para derechos humanos de la ONU ayer emitió un informe muy crítico sobre la conducta de las fuerzas ocupantes y sugirió que algunos casos de abuso de prisioneros podrían ser considerados “crímenes de guerra”. El informe realizado por Bertrand Ramcharan, el comisionado de derechos humanos, fue enviado al gobierno británico y al estadounidense para que sea estudiado antes de su publicación y señaló que los abusos a prisioneros fueron condenados en “el nivel más alto” por ambos gobiernos. Aunque ambos países han actuado para castigar a los responsables, enfatizó que “las obligaciones de cuidado y la responsabilidad de proteger” bajo las convenciones de Ginebra por parte de la coalición “claramente no fueron llevadas a cabo”. Ramcharan hizo un llamamiento para la designación de un “ombudsman internacional” que monitoree la situación de los derechos humanos mientras las tropas de la coalición estén en Irak.
Allawi, un musulmán chiíta con vínculos cercanos a la inteligencia británica y estadounidense, está negociando con el ejército británico ynorteamericano la relación entre las fuerzas extranjeras y el gobierno iraquí después de la entrega del 30 de junio. Los arreglos de seguridad quedarán establecidos en documentos que deberán ser aprobados por los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, antes de que el Consejo vote la resolución de la ONU que finalizará oficialmente la ocupación y apoyará la “plena soberanía” del gobierno interino. El último borrador de la resolución de la ONU establece que las tropas extranjeras se retirarán cuando un gobierno electo entre en funciones a finales del año próximo. Sin embargo, Francia, Rusia y Alemania están presionando para que los arreglos de seguridad durante el período de transición sean claramente establecidos en la resolución. El enviado de la ONU, Lakhdar Brahimi, se presentó ante los 15 miembros del Consejo ayer. Gran Bretaña espera que la resolución pueda ser adoptada la semana próxima.
Bush aprovechará la presencia de Al Yawer en la Cumbre del G8 para “reafirmarle su apoyo a los esfuerzos de Irak” para lograr la estabilidad “y animar a los demás países del G8 a continuar con su apoyo a esa visión”. Además, Washington quiere discutir un proyecto para democratizar y modernizar la región que llama “el gran Oriente Medio”, a fin de tratar de mejorar la estabilidad y el nivel de vida en la zona y extirpar así las raíces del terrorismo. La Casa Blanca anunció que la presencia de Al Yawer en la cumbre del G8 permitirá una discusión acerca de “cómo el renacimiento político, social y económico de Irak puede contribuir a la causa de la reforma en la región”.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.