Por Stephen Castle *
Desde Bruselas

Italia logró escapar ayer de los reproches por su enorme déficit presupuestario, después de que el rebelde mandatario Silvio Berlusconi prometiera implantar un paquete multimillonario de recortes al gasto y aumento de impuestos, lo cual ha provocado una crisis política en el país. Berlusconi, que ha agregado temporariamente a su extensa red de intereses el rol del ministro de Finanzas italiano, dijo que el trato “era un buen resultado, tal como predije”, después de una reunión en Bruselas.
Tan controversial es el paquete de medidas de 7500 millones de euros (U$S 9200 millones) que el hombre que lo construyó, Giulio Tremonti, fue forzado a renunciar como ministro de Finanzas italiano durante el fin de semana. Su renuncia fue pedida por los indóciles socios de la coalición para evitar elecciones tempranas. Después de que se barajara la posibilidad de que Mario Monti, el comisionado europeo para la Competencia, ocupara el puesto, anoche todo apuntaba a que Berlusconi se iba a hacer cargo él mismo. Su nueva posición destapa muchos interrogantes por el conflicto de intereses que esto podría suponer para el hombre más rico de Italia. Como ministro de Economía sería, además, el principal accionista del canal estatal RAI, de las empresas de energía ENEL y ENI, de la aerolínea Alitalia, del correo nacional y de los ferrocarriles estatales.
Sin embargo, los ministros de Finanzas de la Unión Europea (UE) en Bruselas saludaron su declaración y la Comisión Europea dijo que el paquete de 7500 millones de euros estaba básicamente en línea con lo que había pedido cuando hizo una advertencia en mayo. Las medidas están diseñadas para mantener a Italia en línea con el techo del déficit presupuestario del euro del 3 por ciento del producto bruto nacional.
Los ministros de Finanzas –varios de los cuales han pasado también por encima los lineamientos de déficit de la UE– tomaron el compromiso de Berlusconi nominalmente, arguyendo que Italia “ha respondido a las preocupaciones” expresadas y que “el procedimiento está cerrado”. Mientras, los ministros de Finanzas de la Unión Europea acordaron seguir con los planes para designar a una nueva cara pública del euro para ayudar a coordinar las políticas entre las 12 naciones pertenecientes a la Eurozona y comunicarlo con el Banco Central Europeo.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Ximena Federman.