Por José Comas *
Desde Berlín

El programa Report, de la primera cadena de la televisión pública alemana (ARD) informó, con declaraciones de un sargento, un periodista árabe y organizaciones humanitarias, que efectivos del ejército de Estados Unidos torturaron a menores de edad en las cárceles de Irak para arrancar confesiones a sus padres. Report se encontró con lo que califica de “increíble sospecha”: en la cárcel de Abu Ghraib y otros lugares se encontraban niños y jóvenes detenidos y maltratados.
El reportaje basa sus afirmaciones en el testimonio del sargento Samuel Provance, del servicio secreto de EE.UU, que sirvió durante medio año en la prisión de Abu Ghraib. Provance, cinco meses después de su experiencia iraquí, vive en Heidelberg, al sur de Alemania, y ha recibido de sus superiores una prohibición absoluta de hablar con la prensa. Según el programa, los remordimientos lo han llevado a relatar el caso de un chico iraquí de 16 años que él mismo entregó. “Estaba muy solo y lleno de miedo. Tenía los brazos más delgados que jamás haya visto. Todo su cuerpo temblaba. Sus muñecas eran tan delgadas que no pudimos ponerle las esposas.” Continúa el sargento: “Los especialistas en interrogatorios le echaron agua encima y lo metieron en un coche con el que salieron a dar vueltas. Era una noche muy fría. Después lo embadurnaron con lodo y así lo presentaron a su padre, que también estaba preso y con quien habían probado sin éxito otros métodos de interrogatorio. Después los interrogadores me dijeron que al padre, al ver a su hijo en aquel estado, se le rompió el corazón, se echó a llorar y prometió declarar todo lo que sabía”. Concluye el sargento que el chico de 16 años siguió preso en aquella cárcel de los horrores que disponía de un pabellón secreto especial para niños.
El reportaje añade el testimonio del periodista iraquí de Al Jazzeera Suhaib Badr-Addin al-Baz, que pasó 74 días encarcelado en Abu Ghraib y declara: “Allí vi un campo especial para niños. Jóvenes por debajo de la adolescencia. Algunos fueron liberados, pero otros siguen adentro”. Relata el periodista el caso de una niña de unos 12 años a la que escuchó gritar en la noche y llamar a su hermano que estaba preso en el segundo piso, “le pegaron y la oía gritar: me han desnudado y echado agua encima”. También relata el periodista el caso de un chico de 15 años enfermo al que lanzaban calderos de agua en los pasillos hasta que se derrumbaba agotado. En ese estado lo llevaron cubierto con una capucha ante su padre, que también estaba preso.
Cita Report un reciente informe de Unicef, la organización de la ONU que se ocupa de la infancia, que confirma los casos de maltratos a niños y menores: “Niños detenidos en Basora y Kerbala fueron conducidos de forma rutinaria al campo de internamiento de Um Qasr” destinado a terroristas y criminales. Añade el informe: “La clasificación de esos niños como internados es preocupante porque implica un tiempo de detención indeterminado, sin contacto con las familias ni expectativa de proceso”. Incluye el reportaje la declaración de Florian Westphal, del Comité Internacional de la Cruz Roja: “Entre enero y mayo de este año hemos registrado 107 caso de niños presos durante 19 visitas en seis lugares diferentes. Se trata de centros de detención controlados por fuerzas de la coalición”. Otras organizaciones humanitarias confirmaron las detenciones de niños. A las preguntas de Report, el Ministerio de Defensa del Reino Unido respondió que no tienen niños presos. El Pentágono no ha respondido.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.