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Tragedia en las aulas
Beslán, una pequeña urbe en Osetia del Norte, está de duelo. Hace diez días, sus habitantes y el mundo entero vieron el cruento desenlace de la toma de los mil rehenes en la escuela número 1. Por encima de 350 muertos y cientos de heridos dejó el fuego cruzado de los servicios de seguridad rusos y los terroristas. Rusia atribuyó el secuestro al separatismo checheno.
The Moscow Times
“La experiencia de otros países prueba que la mejor defensa contra el terrorismo es una sociedad civil unida y organizada”, dijo Putin. En realidad, el mandatario socavó sistemáticamente la democracia representativa en sus cuatro años en el poder e hizo todo lo que pudo por ahogar la sociedad civil. El rol del pueblo desde los trágicos hechos de Beslán estuvo estrictamente circunscrito. Sus representantes electos en la Duma optaron no pedir una sesión especial para discutir los ataques terroristas en Beslán.
(Editorial)
Liberation
Contrariamente a lo que se escuchó en estos últimos días, Beslán no es un nuevo 11-S. No tiene nada en común con la destrucción de las Torres Gemelas salvo la exaltación de la muerte y el asesinato deliberado de un gran número de inocentes. Contrariamente al 11-S, Beslán se hubiera podido evitar porque el conflicto es de orden histórico-político, cuya solución es cada vez más difícilmente negociable, pero negociable al fin, mientras que jamás hubo nada que negociar con los que comandaron el crimen del 11-S. Algunos hechos: la guerra de Chechenia y más aún la del Cáucaso se remonta a la mitad del siglo XIX; luego, prácticamente jamás cesó. Un caso clásico de colonización imperial laboriosa, cruel y jamás lograda, con una resistencia feroz, y una represión peor.
(Jacques Amalric)
Pravda
Los servicios especiales rusos deberían aprender algo de la masacre de Beslán después de enfrentarse con algo bastante inusual. Civiles tomaron las armas para evitar que los rebeldes escaparan y se preparaban para asaltar la escuela. Después de que las bombas explotaran, fueron los primeros en acercarse al edificio para cubrir a los niños que escapaban. Los servicios especiales tuvieron que perseguirlos y perdieron su principal ventaja: la rapidez. Los aficionados milicianos entorpecieron el trabajo de los profesionales. Como nadie puede garantizar que no habrá más tomas de rehenes en el Cáucaso, sería bueno pensar cómo se actuará ante tales reacciones espontáneas. Era imposible desarmar a esos civiles, pero, según oficiales de la FSB, esos civiles armados podrían haber sido usados inteligentemente.
(Konstantin Getmansky)