Por Patrick Cokburn *
Desde Bagdad

“Soy periodista. me estoy muriendo”, gritó Mazen al-Tumeizi, corresponsal del canal de televisión árabe Al-Arabiya, cuando un proyectil lanzado por un cohete desde un helicóptero norteamericano impactó sobre su espalda. En una de las jornadas más sangrientas en Irak, murieron 45 personas en choques del ejército norteamericano con la guerrilla en Bagdad y Ramadi, además de una serie de atentados con coches-bomba. Doce personas murieron y 61 fueron heridas en la calle Haifa en el centro de la capital cuando dos cohetes disparados desde helicópteros norteamericanos cayeron sobre una multitud apiñada cerca de un tanque Bradley norteamericano en llamas, blanco de un cohete algunas horas antes.
“El helicóptero disparó contra el Bradley para destruirlo luego de que fuera atacado antes, y se prendiera fuego”, dijo Maj Phil Smith, de la Primera División de Caballería. “Fue por la seguridad de las personas que estaban en los alrededores.” Al-Tumeizi, un periodista palestino, fue el sexto reportero árabe asesinado por tropas norteamericanas desde la captura de Bagdad, el año pasado. El video muestra el Bradley encendido en la distancia y una multitud de jóvenes celebrando su destrucción, pero no había razón alguna para que los helicópteros abrieran fuego. Varios de los que recibieron el impacto de los cohetes en la calle Haifa, en un vecindario notorio por ser el centro de la resistencia a la ocupación, iban camino a sus trabajos. “Somos sólo trabajadores comunes. Sólo intentamos vivir”, sollozó Haidar Yahyiah, de 23 años, por el dolor que le provocaba su pierna quebrada, acostado en una cama en el hospital de Karkh.
El ejército norteamericano declaró que un Kiowa, un helicóptero de reconocimiento y ataque liviano, disparó los cohetes al Bradley para destruir armas y municiones que estaban a bordo. Pero es evidente por el video de Al Arabiya que los cohetes aterrizaron entre las personas que caminaban lejos del Bradley. Hamid Ali Khadum iba camino al trabajo en un minibús cuando recibió el impacto. “Primero creí que había tropezado con personas muertas, luego me di cuenta de que yo estaba herido”, dijo mientras permanecía en cama en el hospital de Karkh, en espera de una operación en su pierna izquierda. El resto de su cuerpo estaba acribillado por las balas. Un enfermero a su lado comentó: “Esto ocurre en todo Bagdad. En todo Irak”.
En Bagdad, además, murieron 13 personas y otras 59 fueron heridas y en Ramadi diez personas murieron y 40 fueron heridas en combates.
La masacre en la calle Haifa ocurrió cerca de la Zona Verde (ahora oficialmente renombrada Zona Internacional), sede del gobierno iraquí y sus aliados norteamericanos. Demuestra cuánto ha fracasado la ocupación norteamericana en controlar el vecindario musulmán sunnita en la capital.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página 12.
Traducción: Alicia B Nieva.