Por Ferrán Sales *
Desde Jerusalén

Israel aprobó ayer indemnizaciones millonarias para compensar a los 8000 colonos que sean evacuados de los 21 asentamientos de la Franja de Gaza, de acuerdo con el plan elaborado por el primer ministro Ariel Sharon. Con estas compensaciones el gobierno israelí trata de dividir el movimiento colono, que de una manera unitaria ha venido manifestándose contra un plan de evacuación al que tildan de “inmoral” y constitutivo de un “delito contra la humanidad”.
Las tablas de compensación aprobadas por el Gabinete de Seguridad israelí establecen indemnizaciones que oscilan entre 200.000 y 500.000 dólares para cada familia evacuada de los asentamientos de la Franja de Gaza y los cuatro del norte de Cisjordania, previstos en el Plan Sharon. Estas indemnizaciones se complementan con otros incentivos, que llegan hasta 20.000 dólares en el caso en que las familias decidan reinstalarse en la región del Neguev o en la Galilea, zonas con una mayoría de habitantes árabe-israelíes.
El Gabinete de Seguridad acordó asimismo que los colonos que abandonen voluntariamente a partir de las próximas semanas los asentamientos de la Franja de Gaza podrían empezar a recibir un tercio de estas indemnizaciones, para compensar de esta manera la pérdida de las casas, el pago de nuevos alquileres y el abandono de los puestos de trabajo. Importantes indemnizaciones se han establecido también para aquellas empresas que decidan cambiarse a otras zonas, en el interior de Israel.
Las compensaciones fueron aprobadas por nueve de los 10 miembros del Gabinete de Seguridad, con la sola oposición del ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, el radicalizado Zvoulon Orlev, dirigente del Partido Nacional Religioso, la plataforma política de los colonos, que ha venido manteniendo una actitud beligerante contra los planes de retirada de la Franja de Gaza y ha venido llamando a los vecinos y al ejército a rebelarse contra ellos. Pero las tablas de compensaciones, enmarcadas dentro de una ley, deberán ser aprobadas antes del 3 de noviembre por el gobierno y el Parlamento.
La aprobación de todas estas medidas son las primeras decisiones administrativas adoptadas por el gobierno de Ariel Sharon para convertir en realidad el plan de retirada de Gaza, que debiera finalizar antes de finales del mes de septiembre del 2005, según ha previsto inicialmente el Ejecutivo. El costo total de la operación podría llegar a superar los 6000 millones de dólares, sólo para los años 2005 y 2006. Aunque no se conoce aún exactamente cómo se financiará esta operación, en medios gubernamentales se confía una vez más en la ayuda de Estados Unidos.
Estas compensaciones astronómicas, otorgadas en momentos de recesión y desempleo en el que los salarios medios de los profesionales no acostumbran a superar los 1500 dólares mensuales, podrían fácilmente quebrar el frente unitario colono, que de una manera enérgica se ha estado oponiendo a los planes de evacuación y que ha optado por promover la rebelión y la desobediencia, colocando al país al borde de una confrontación civil, según opinión del propio Sharon.
La puesta en marcha del plan de repliegue de Gaza ha crispado aún más los ánimos de los colonos, provocando en las últimas horas un alud de amenazas de muerte contra Ariel Sharon y los funcionarios encargados del proceso, según se ha asegurado en medios políticos. La pugna se asemeja al clima de tensión creado en 1995 en torno de la firma de los Acuerdos de Oslo con los palestinos, que culminó con el asesinato del primer ministro Yitzhak Rabin a manos de un extremista judío.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.