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› EL FA CUENTA CON MAYORIA LEGISLATIVA PARA GOBERNAR
Del triunfo frenteamplista
Hoy la Corte Electoral proclamará a Tabaré Vázquez presidente electo. La izquierda de Uruguay rompió con el bipartidismo.
La Corte Electoral proclamará hoy al líder izquierdista Tabaré Vázquez como presidente electo de Uruguay con el 50,45 por ciento de los votos, tras culminar este fin de semana el escrutinio definitivo de los comicios del 31 de octubre. Vázquez asumirá el 1° de marzo del próximo año, pero, según se anunció, de inmediato designará el equipo técnico que hará la transición de traspaso del poder con el actual gobierno colorado.
El porcentaje de votos obtenidos es menor al 50,7 por ciento que le daban las proyecciones el mismo día de las elecciones, aunque superó por 9954 votos el 50 por ciento más uno que necesitaba para ganar la presidencia en la primera vuelta. La coalición de izquierdas Encuentro Progresista-Frente Amplio, de Tabaré Vázquez, sumó 1.124.761 votos en todo el país; el Partido Nacional (Blanco), de Jorge Larrañaga, cosechó 764.739, el 34,3 por ciento del total; el Colorado, tradicionalmente gobernante desde 1830, apenas consiguió 213.036 (10,36 por ciento); y el Partido Independiente obtuvo 41.011 votos (1,5 por ciento). Los votos en “blanco” fueron 31.031, el 1,39 por ciento; los sobres con hojas anuladas 21.383, el 0,97 por ciento; en tanto otros pequeños partidos sumaron en total el 0,69 por ciento de los sufragios.
Con este resultado, el Frente Amplio consiguió 17 bancas de las 31 que tiene el Senado uruguayo, el Partido Nacional 11 y el Colorado tres.
El FA ganó en siete departamentos (provincias) de los 19 del país.
Los votos los obtuvo mayoritariamente en Montevideo, donde reside 1,2 de los 3,2 millones de habitantes de Uruguay; Canelones, el segundo más poblado del país; Maldonado, Salto, Rocha, Florida y Soriano.
El escrutinio final tuvo algunas sorpresas, como el caso del departamento de Paysandú, el más industrializado el interior del país, donde el Frente Amplio había ganado por 541 votos en el escrutinio primario y perdió por 304 a manos del Partido Nacional en el recuento final. La situación permitió que los “blancos” obtuviesen una segunda banca por ese departamento en la Cámara de Diputados, a costa de la izquierda, que logró una.
El Frente Amplio, a su vez, logró 52 de los 99 asientos de la Cámara de Diputados, en lugar de los 53 que tenía según el escrutinio primario.
La mayoría legislativa permitirá a Vázquez obtener la aprobación de leyes sin necesidad de recurrir a los votos de la oposición. En cambio, deberá lograr acuerdos con la oposición para casos especiales que prevé la Constitución de resoluciones por dos tercios o tres quintos. Entre esas exigencias figuran los nombramientos de directores de los entes autónomos y demás empresas públicas, que son una parte importante de la actividad económica del país.
La crecida injerencia del Estado en la prestación de los servicios públicos es una herencia del antiguo socialismo de Estado de principios y mediados del siglo pasado de José Batlle y Ordóñez, impulsor del Partido Colorado, que los uruguayos se niegan a modificar. Las orientaciones socialistas de la izquierda ganadora de las elecciones no indican cambios en esa materia, debido a que esa fuerza política apoyó históricamente todos los plebiscitos que derogaron leyes que autorizaban privatizaciones o fin a monopolios del Estado. Precisamente, una reforma constitucional votada simultáneamente en estos comicios, promovida por el sindicato de funcionarios de las Obras Sanitarias del Estado, fue aprobada por el 64,5 por ciento de los votos y pone en manos públicas toda el agua del país, su explotación y la construcción de los servicios de saneamiento.