Los dos partidos históricos de Uruguay, el Colorado y el Nacional o “Blanco”, no están dispuestos a integrar el gabinete del primer gobierno de izquierda de la historia del país. En reuniones realizadas anteayer y ayer, el presidente electo, el socialista Tabaré Vázquez, ofreció a los dos partidos tradicionales la posibilidad de designar ministros a alguno de sus militantes, pero en ambos casos recibió la misma respuesta: “No, gracias”. Aunque el actual secretario general del gobernante Partido Colorado, Julio María Sanguinetti, y el presidente del directorio del Partido Nacional, Jorge Larrañaga, anunciaron que el ofrecimiento será formalmente analizado por sus sectores políticos la próxima semana, ambos ya adelantaron que están en contra. “La consecuencia de esas negativas es que por primera vez desde la recuperación de la democracia (en 1985), Uruguay no tendrá un gobierno de coalición”, destacó el sociólogo Ignacio Zuasnabar, de la consultora Equipos Mori. “La segunda lectura es que a los partidos tradicionales no les interesa participar en un gobierno donde la izquier-
da tendrá mayoría parlamentaria absoluta”, agregó. Pero Zuasnabar consideró “apresurado” pensar que el Frente Amplio-Encuentro Progresista “gobernará en soledad”. El sociólogo opinó que “pueden surgir acuerdos puntuales”, especialmente entre la izquierda y el Partido Nacional, “para impulsar planes sociales”.