EL MUNDO › NUEVO ACUERDO HACIA LA
SOLUCION DE LA CRISIS POLITICA EN KIEV
Ucrania estrena una tercera vuelta
La repetición de la cuestionada segunda vuelta de las elecciones presidenciales ucranianas parecía divisarse ayer como el desenlace previsible de la crisis, tras la mediación de la Unión Europea. Decenas de miles de opositores seguían anoche en las calles.
Por Andrew Osborn *
Desde Kiev
Los dos competidores por la presidencia de Ucrania, fuertemente enfrentados, acordaron una precaria tregua anoche abriendo el camino a nuevas elecciones y el principio del fin de la crisis que ha llevado al país al borde de la guerra civil y la desintegración. El inesperado y dramático giro se produjo luego de un día de muchas emociones en el que el Parlamento ucraniano destituyó al primer ministro pro ruso Viktor Yanukovich, uno de los contendientes, y llamó a una nueva administración interina.
Una repetición en alguna forma de la elección presidencial (de la que se alega que no fue libre ni justa) sería ahora casi segura y la crisis se descomprimiría, aunque llevaría días arreglarlo todo. También era incierto anoche cuánto tiempo podría durar la tregua. Viktor Yuschenko, el líder prooccidental, jefe de la Revolución Naranja y rival del candidato presidencial Yanukovich, dijo que se podría llevar a cabo unos nuevos comicios el 19 de diciembre. Afirmó que no aceptaría reanudar los comicios desde cero o volver a hacer las dos vueltas, sino sólo la repetición de la segunda vuelta. “Si se plantea la idea de una nueva elección, no tiene sentido participar de estas conversaciones”, señaló Yuschenko a sus seguidores en la Plaza de la Independencia de Kiev. “Estamos insistiendo en que el proceso de las elecciones, una vez comenzado, debe tener una base legal para que se complete. Creemos que se completará sólo si se repite tal votación.” Yuschenko contradijo totalmente la declaración anterior de Leonid Kuchma, el presidente saliente de Ucrania y el hombre que ha elegido a Yanukovich como su sucesor, quien dejó claro su deseo de que se repitiera el proceso entero de las dos vueltas. “¿En qué parte del mundo hay una tercera ronda en una elección? Cualquier tercera vuelta sería simplemente una farsa”, dijo Kuchma.
Los seguidores de Yuschenko habían expresado su júbilo ayer luego de que lograron reunir una mayoría en la Rada (Parlamento) para destituir a Yanukovich y a su gobierno. Yanukovich está acusado de manipular las elecciones presidenciales del 21 de noviembre. Miles de partidarios de Yuschenko vestidos de naranja, que rodeaban el Parlamento, vitorearon con entusiasmo cuando se llevó a cabo la votación, y una atmósfera de triunfalismo se apoderó de todos. Sin embargo, las esperanzas de una salida fueron breves. Yanukovich y sus partidarios dejaron claro rápidamente que rechazaban el voto parlamentario como “inconstitucional” y que apelarían en los tribunales. Crucialmente, Leonid Kuchma, que todavía logra mantener un aire de autoridad, ignoró la votación por completo.
Ayer quedaba claro, a medida que el día avanzaba, que el significado de la votación era simbólico más que práctico. Luego de una jornada de intensas negociaciones cara a cara entre Yuschenko y Yanukovich presididas por Kuchma y mediadores de la UE, incluyendo al jefe de la UE en Asuntos Exteriores, Javier Solana, se hacía evidente que las pasiones se calmaban al menos por ahora.
Flanqueado por los dos candidatos, que tuvieron el cuidado de evitar todo contacto visual, Kuchma anunció que el “compromiso” se había alcanzado. Blandiendo con su mano una hoja de papel frente a la prensa internacional, daba la impresión de que las calles repletas de gente se vaciarían pronto y que la Revolución Naranja se metamorfosearía en negociaciones técnicas. Pese a todo, decenas de miles de partidarios de Yuschenko seguían ocupando el centro de Kiev anoche, y parecían dispuestos a quedarse hasta que fuera seguro que se celebrarían nuevas elecciones. Kuchma parecía ayer calmo y compuesto por primera vez en días, cuando anunció que los que protestaban habían accedido a levantar el bloqueo a los edificios gubernamentales, que “un grupo de trabajo de expertos” sería creado en forma urgente para analizar legalmente las disputadas elecciones y que el sistema de votación de Ucrania y su Constitución serían reformados. También anunció que se había llegado a un acuerdo para preservar la integridad territorial de Ucrania, y que la crisis económica estaba por finalizar. Kuchma aseguró que bajo ninguna circunstancia se usaría la fuerza para resolver lo que se ha convertido en un callejón sin salida.
El presidente dejó claro que gran parte de lo que ocurriera dependía del pronunciamiento de la Corte Suprema de Ucrania, que está considerando las acusaciones de Yuschenko de que las elecciones del 21 de noviembre estuvieron llenas de irregularidades y trampas. Incluso, dijo que la mesa de negociaciones para resolver la crisis en el país no sería reanudada hasta que la Corte hubiera dado su veredicto, el cual se esperaba para las últimas horas de la noche, pero fue pospuesto. Si la Corte le da la razón a Yuschenko, se espera que ordene una repetición completa o parcial de la segunda vuelta.
Javier Solana dijo anoche que llevaría un mes implementar las reformas políticas necesarias antes de que pudiera ocurrir una votación, pero dejó claro que habría nuevas elecciones, y que la Corte Suprema probablemente daría de baja los resultados de la vuelta de 21 de noviembre.
Yuschenko apareció en una atestada Plaza de la Independencia anoche para explicar a sus seguidores el trato alcanzado. Muchos de ellos parecieron momentáneamente decepcionados después de días de haber soportado temperaturas bajo cero. Para muchos fue como un anticlímax. Minutos después de haber disfrutado de los fuegos artificiales en celebración por la “victoria” en el Parlamento, muchos tenían la expresión petrificada y algunos de los ellos silbaron en señal de frustración mientras hablaba Yuschenko. Este agradeció la presencia continua de sus partidarios. Cuando dijo que quería que se quedaran en Kiev, irrumpió un coro de “¡Yuschenko, Yuschenko!”. Su discurso fue rematado por una clamorosa interpretación del himno nacional ucraniano y el estruendo de espectaculares fuegos artificiales multicolores que levantaron el ánimo de la multitud, temblorosa por el frío.
El futuro de Yanukovich parece incierto pase lo que pase. Kuchma no hizo declaraciones en apoyo de su acosado primer ministro anoche y antes dijo que estaba enfermo, por lo cual no estaba en condiciones de asistir a la ronda de negociación por la crisis. Mientras tanto, un aspirante más creíble a la herrumbrada corona de Yanukovich ha emergido. Serhiv Typko, el ex líder del equipo de campaña de Yanukovich y ex director del Banco Central, manifestó su voluntad de postularse si hubiera nuevas elecciones.
* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.
Traducción: Alicia B. Nieva.